La visita al Museo de las Momias de Guanajuato es una de las más tenebrosas que hay en la capital, y aunque los capitalinos conocen bien las historias de cada una de ellas, verlas de cerca no deja de provocar un breve escalofrío.
En temporada de vacaciones y días de asueto, es cuando más visitantes del estado, de la República y de otros países acuden al Museo, emocionados por conocer las leyendas que parecieran de ultratumba, pues la idea de cadáveres de pie, les resulta espeluznante.
El primero en recibir a los visitantes, aguarda de pie en una gran vitrina; es el médico Francés, Remigio Leroy, quien según cuenta la leyenda, murió en Guanajuato, sin que nadie lo reclamara, su cuerpo fue exhumado en 1865 del Panteón Municipal Santa Paula, ahí se llevaron la sorpresa de que ¡era una momia!, la primera que hallaron.
La exhibición de momias va desde la más vieja, hasta la más joven que es un bebé prematuro de 8 meses de edad, también se exhibe la momia más pequeña del mundo, que mide 30 centímetros; la historia cuenta que estaba en el vientre de su mamá cuando murió, su mamá tenía 40 años y no resistió el embarazo.
Hay una sala denominada de “Los Angelitos”, es la que provoca más angustia y a la vez ternura, pues son bebés guanajuatenses que murieron por alguna razón y se momificaron, está “San Martincio”, “Bernardito”, “Malva”, “Enrico”, que llevan vestimentas conforme al tiempo que murieron. “ La más chiquita es Camilito”, dice un guía a los turistas, “aún tiene pelito”.
Esta sala es peculiar porque hay fotografías antiguas con mujeres con sus bebés muertos en brazos, bien arreglados, una tradición extraña que aún provoca incomodidad entre quienes las observan.
En cada sala del Museo de las Momias hay algo interesante que ver; la vestimenta casi intacta, las expresiones de angustia y de dolor de los cadáveres, algunas aún conservan la dentadura y el cabello. Muchos los describen como “cuerpos acartonados”, así pareciera.
MUSEO ALTERNO
En un museo alterno, incluido en el recorrido turístico, se encuentra el “Salón de la Muerte”, que es más actual y fue adecuado para los que buscan emociones más fuertes, ahí también hay momias, pero más tenebrosas, por ejemplo, está la momia vampiro de Guanajuato, que según la leyenda, cuando fue exhumada tenía una estaca en el corazón, su ataúd es el de un vampiro y está debajo de la tierra, se puede observar a través de una vitrina, se le ven los colmillos aún. También está una momia feto, que de acuerdo a la narración del lugar, su mamá se suicidó al estar embarazada sin casarse, el cuerpo de la mamá guanajuatense se desintegró, pero el feto se momificó.

BAJAS VENTAS

Comerciantes del Museo de las Momias aseguran que a pesar de que ha habido afluencia de turismo en el lugar, para ellos no ha sido igual, pues argumentaron hay guías de turistas que no dejan comprar en estos lugares a los visitantes que llevan en sus camionetas.
José Luis Segoviano, presidente del Frente Común de Comerciantes y Artesanías del Museo de las Momias, manifestó que los guías que llevan camionetas con turistas no los dejan comprar las artesanías o dulces típicos en esta zona y se los llevan a comprar en otros lugares, pues no dejan que vean que en este sitio los precios son mucho más baratos que los lugares a donde los guías se llevan a los turistas y en donde les dan comisión por aumentar hasta en un 100% el precio de los productos.
Además, dijo que los turistas salen molestos por los precios, pues una familia de 5 personas que además lleva cámara fotográfica llega a pagar hasta 400 pesos o más tan sólo por entrar al museo, situación que evita que compren las artesanías que ellos ofrecen y las malbaraten.
El líder de comerciantes hizo un llamado al Alcalde para que no les hagan lo mismo que a los comerciantes del Mercado Hidalgo, y que los apoyen para elevar sus ventas con algún proyecto turístico.

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