Desde niño quería ser policía porque admiraba la labor de su papá dentro de la corporación, el oficial Quijas logró cumplir su sueño y ahora forma parte de la dependencia preventiva.
Desde hace cinco años forma parte de la Policía Municipal Preventiva y ha formado parte del Grupo Espacial Rural, Unidad de Reacción Inmediata (URI), Grupo Cóndor y actualmente forma parte de la Policía Canina (K-9).
“Mi papá es policía, cuando yo era niño veía cómo él hacía su trabajo, a veces venía a visitarlo y veía cómo detenía a los vándalos, a los delincuentes y desde entonces me llamó la atención y me nació la inquietud de ser policía.
“El no quería que yo fuera policía, me decía que buscara otra cosa, pero un día traje mis documentos a las instalaciones de la Policía y me aceptaron, después de pasar unos exámenes”, relató.
El oficial es uno de los más jóvenes de la institución, sin embargo, es de los que más experiencia tiene en la participación de grupos especiales.
Es uno de los elementos que el pasado 6 de febrero participó en la persecución de seis delincuentes que asaltaron un camión de pasajeros, reporte que terminó en balacera con cinco responsables detenidos y un herido.
“Ese día iba en una patrulla con los compañeros del Grupo Cóndor, nos encontramos a la Suburban donde intentaban escapar los delincuentes y casi chocan contra nosotros, les marcamos el alto, pero no hicieron caso y empezamos la persecución.
“Nos dispararon en dos ocasiones, a pesar de que iban escapando y había mucha gente en las banquetas.
“Antes de entrar al túnel de Tamazuca los alcanzamos e inició la balacera, luego se logró detener a los delincuentes, de los cuales uno resultó herido”, recordó el oficial.
Por admiración a su padre
El padre del oficial Quijas es policía, y desde niño quería ser como él.