Guanajuato tiene una tradición minera que data de la época virreinal, el trabajo es considerado de alto riesgo porque las labores se realizan bajo tierra. En la Capital hay barrios enteros que se dedican a la minería.
Las minas han sido trabajadas y explotadas por extranjeros; en la parte operativa trabajan guanajuatenses que arriesgan la vida a diario, y a pesar de que están capacitados y cuentan con equipamiento para protegerse, trabajan bajo un riesgo latente.
LOS “LUPIOS”
Hay personas que al no poder obtener un empleo formal dentro de la minería, optan por “trabajar” de manera clandestina y arriesgan su vida al introducirse, permanecer y salir como pueden de los socavones, con la finalidad de robar costales de mineral y así conseguir dinero “fácil”. Estas personas son conocidas como “lupios”, que según los mineros, es una palabra extranjera que significa “lobo”.
De acuerdo con Carlos Ruiz Lona, director de Protección Civil municipal, el trabajo de la minería es de alto riesgo, sobre todo porque existen desprendimientos de diferentes gases en el interior.
“El más letal es el monóxido de carbono, que si se combina con la hemoglobina de la sangre ocasiona la muerte de una persona en menos de 5 minutos”, explicó el Director.
Ruiz Lona dijo que para entrar a una mina debe existir un plan de seguridad integral, que es el aseguramiento de la zona en la que se va a trabajar.
“Si los mineros arriesgan su vida teniendo conocimiento de las zonas, los “lupios” son más propensos a sufrir algún tipo de accidente; una recomendación sería que suspendan estas prácticas, especialmente en minas de alto riesgo” dijo.
La mayoría de los“lupios” no tienen conocimiento de la minería, ni de los riesgos que pueden encontrar en los túneles o socavones por los que entran y salen, pero la ilusión de obtener dinero, puede más que su miedo.
De acuerdo con autoridades policiacas, en los últimos meses, esta actividad se ha salido de control; la extracción ilegal de mineral se ha incrementado, al igual que los enfrentamientos contra guardias de seguridad que resguardan las minas, que fueron contratados en los últimos meses y tienen permiso para portación de armas de fuego con el objetivo de resguardar los metales preciosos.
“Estas personas (los “lupios”) antes fueron mineros y conocen cómo está la situación en las minas, algunos, no todos, otros sólo son ayudantes pero se ganan un dinero al cargar o sacar los costales llenos de mineral, lo venden muy fácil en Guanajuato, lo difícil es robarlo”, contó un Policía Municipal.
Policías entrevistados, quienes pidieron omitir sus nombres, contaron que las minas mas afectadas por este fenómeno han sido la Mina de San Vicente, Mina de Cata, La Peregrina, La Guanajuatita y El Cubo.
“En Guanajuato siempre han existido este tipo de personas, pero se ha notado más últimamente por las diversas muertes de sus compañeros, nosotros tenemos detectadas las zonas de donde son originarios ya que han sido detenidos, la mayoría ha mencionado ser de Mellado, Cerro Trozado, Cerro del Cuarto, El Encino, Pueblito de Rocha, entre otros”, explicó el Policía.

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