Su servicio profesional se convirtió en su vida cotidiana, actualmente Rubín Oswaldo Gaytán Vázquez tiene 5 años como subteniente en Bomberos Pozuelos.
Todo surgió por parte de la escuela al tener que hacer su servicio profesional, acudió a realizarlo en bomberos donde le brindaron la oportunidad de formar parte de la academia y liberar su documento.
“El capitán me comentó que si quería terminar mi servicio podía inscribirme en la Academia de Bomberos, y no tenía que barrer ni cosas por el estilo, sino que sería Bombero, así que accedí, además me dijo que si me gustaba me podía quedar si no pues adiós”, dijo Gaytán Vázquez.
Con el paso del tiempo e ir adentrándose en el papel de un bombero le fue gustando y más cuando estaba de guardia con sus compañeros, a los cuales considera como su segunda familia.
MEJORA TÉCNICA
Al principio todo era nuevo para Rubín en los diferentes servicios que atendía, pero ahora es su trabajo día tras día, ya nada es nuevo sólo va mejorando en su técnica para trabajar, desde apagar un incendio de pasto hasta un incendio de casa.
Su familia lo apoyo al entrar a bomberos, para que se alejara del mal camino que llevaba, pero con el tiempo y al ver a los riesgos a los que se enfrenta, se preocuparon hasta llegaron a decirle que dejara ese trabajo.
Una de sus metas como bombero es servir a las personas que lo necesiten, en muchas ocasiones no está trabajando pero se entera de algún servicio fuerte, se va a la base para ir al hecho y apoyar a sus compañeros.
“Me gusta mucho lo que realizo como bombero, mi meta es apoyar a las personas que lo necesitan, especialmente en casos de riesgos peligrosos ya sea en accidentes o incendios”, explicó el subteniente Rubín.
DEJÓ MALOS HÁBITOS
Rubín mencionó que el ser bombero le ha cambiado la forma de ser, conoció gente nueva, aprendió muchas cosas de sus demás compañeros, y ya no tiene muchos malos hábitos, además lo motivó a seguir estudiando.
Dentro de sus cinco años de trayectoria ha tenido muchas experiencias buenas y malas, las cuales recuerda como si hubieran sido ayer, pero en especial recuerda una ocasión que ayudó a una niñas.
“Experiencias he tenido muchas, pero en especial recuerdo la vez que hace casi un año unas niñas pidieron ayuda, estaban en Los Picachos ya que su perrito se había caído a un voladero, fui en compañía de otros compañeros, con equipo de rapel bajamos hasta donde estaba el perrito de nombre “Papo” para rescatarlo, fue una experiencia inolvidable y de mucho sentimiento, las niñas y sus padres nos agradecían mucho, nos dieron una rebanada de pizza para los cuatro, pero lo más gratificante fue que después de dos días fueron a las instalaciones las niñas para regalarnos un dibujo que ellas realizaron del rescate de “Papo” y una caja de chocolates”, dijo con sentimiento Rubín Gaytán Vázquez, “La gratitud de las niñas es lo que más recuerdo”.
Pueden pasar muchos años, pueden hacerse viejito el subcomandante Gaytán Vázquez, pero nunca dejará de ser bombero porque es su forma de ser y de vivir.
Ser bombero es su forma de vivir
Rubín Oswaldo entró a la corporación para hacer su servicio profesional, y se quedó, ya tiene 5 años como subteniente.