Empezó su carrera policial desde abajo, caminando entre las calles y callejones brindado vigilancia, ahora es patrullero y está atento para cualquier llamado de emergencia por parte de la ciudadanía.
Su familia le ha dicho en varias ocasiones que abandone la corporación porque saben que su labor es peligrosa, pero no quiere salirse, pues le gusta su trabajo.
Es de los policías que tiene que hacer doble esfuerzo para llegar a las instalaciones de la dependencia preventiva, ya que vive en Santa Rosa y tiene que trasladarse desde esa comunidad hasta su trabajo en la ciudad.
“Tengo ocho años trabajando en la Policía Municipal Preventiva, empecé desde abajo, me mandaban caminando a vigilar las calles a veces bajo la lluvia, bajo el sol, luego fui motociclista y actualmente soy patrullero”.
“Desde hace tiempo me nació la inquietud de ayudar a la gente y una manera para hacerlo era dentro de la Policía Municipal, por eso decidí formar parte de la corporación, pero últimamente mi familia me dice que ya me salga, que me consiga otro trabajo, pero a mí me gusta éste y le voy a seguir echando ganas”, mencionó el elemento.
El oficial Gutiérrez siempre está al pendiente de las consignas que le dan sus superiores para atender los llamados de ayuda de la gente.
Ha visto varias veces el peligro de cerca, una de esas ocasiones tuvo que desenfundar su arma de fuego porque un grupo de vándalos en el Cerro de los Leones lo acorralaron y la calle no tenía salida, así que desenfundó la pistola que traía a cargo.
Aunque no hubo necesidad de realizar detonaciones, el oficial logró salir a salvo del lugar y entonces pidió refuerzos.
En otra ocasión fue atacado por un delincuente que había sido reportado por varias personas, para poder asegurarlo el policía tuvo que hacer uso de la fuerza.
Le gusta su trabajo
El oficial Gutiérrez empezó vigilando a pie calles y callejones, ahora se ha convertido en patrullero.