La oficial Montiel combina su peligroso trabajo de policía de tiempo completo con la alegría de ser madre.
Para cumplir con su trabajo de 12 horas diarias, tiene que pedir ayuda a su mamá y a su hermana para que le cuiden a sus hijos de 2 y 14 años de edad, pues sabe que tiene que cumplir con su trabajo para poder sacarlos adelante.
Cuando la oficial está trabajando, trata de mantener comunicación con sus hijos, para saber dónde están, cómo están y si les hace falta algo, trata de estar siempre al pendiente de ellos cuando se puede, cuando sus actividades laborales lo permiten.
Hay ocasiones en que a pesar de que quiera comunicarse con sus hijos, no es posible debido a su labor dentro de la Policía Municipal, pues tiene que estar atendiendo las llamadas telefónicas de emergencia por parte de la ciudadanía.
La oficial Montiel es madre soltera, tiene que hacer un doble esfuerzo para sacar a sus hijos adelante. Desde hace 6 años forma parte de las filas de la Policía Municipal, ha participado en diversos operativos y es técnico en emergencias, se encarga de brindar los primeros auxilios a la gente que lo necesita a través de una llamada telefónica.
Los reportes que le provocan nostalgia son los accidentes donde hay niños involucrados y que resultan lesionados, porque en ese momento se pone en el lugar de los padres de familia y se acuerda de sus hijos. “La desesperación que en ese momento están sintiendo los padres de los niños afectados, también la siento yo, pero tengo que controlarme para poder ayudarles”.
“Ser madre es un privilegio, es un regalo de Dios, es un regalo de vida y el ser policía no es nada fácil, se pone en riesgo la vida, uno no sabe cuándo le puede tocar un reporte de riesgo”, mencionó. Las policías que son madres de familia salen a las calles a combatir la delincuencia con el fin de brindarles a sus hijos una sociedad más segura y tranquila.
“Ser policía y madre de familia es muy difícil porque tienes que dejar a tus hijos con otras personas para salir a trabajar, y lo que uno quiere es terminar bien el turno para regresar a casa y verlos”.
“Mi hija de 14 años está orgullosa de mí, les platica a sus amigos que su mamá es policía, pero sabe el riesgo que mi trabajo representa y cuando salgo de casa se queda preocupada, me pregunta que a qué hora voy a regresar y en ocasiones me llama por teléfono para saber cómo estoy.
“Cuando hay reportes de riesgo es cuando más te poner a pensar en tu familia, en tus hijos, pero estás en tu trabajo y tienes que estar muy atenta, concentrada para salir bien”, agregó.

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