Las tres fuentes que se ubican en el interior de la ex Estación del Ferrocarril, además de no funcionar desde que fueron instaladas en 2008, son inexistentes para comerciantes y vecinos de la zona que incluso desconocen desde cuándo están ahí.
Las tres fueron construidas durante los trabajos de rescate y rehabilitación de la ex Estación, implementados en el trienio de Eduardo Romero Hikcs y el sexenio de Juan Manuel Oliva y además de su abandono han sido objeto de vandalismo.
Sin embargo, los años han pasado y siguen sin funcionar, vecinos de la zona y comerciantes sólo conocen la que tiene aspecto de fuente, ya que las otras dos se ubican a ras de piso y en zonas que cuando llueve se inundan, haciéndolas invisibles a la vista.
Vecinos y comerciantes coinciden que es necesario que se pongan a funcionar, sobre todo porque la zona es de gran afluencia turística, pues en el lugar se estacionan los camiones foráneos que traen cientos de visitantes a conocer la ciudad.
Además, residentes de barrios y callejones cercanos consideran que las condiciones que guardan es una muestra del poco interés que tienen las autoridades municipales para conservar en buen estado espacios públicos de uso común.
Y es que aseguran que por lo menos una vez a la semana, personal de Obras y Servicios Públicos municipales recorren la zona pero no emprenden ninguna labor de rehabilitación.
También cuestionan la mala calidad de la obra, sobre todo porque la explanada que abarca desde el inicio de la ex Estación hasta la Plaza de la Hermandad, se inunda con cualquier lluvia, sobre todo en la parte externa de donde se ubican las momias viajeras.
Por el lugar pasan a diario al menos unas 5 mil personas ya sea para llegar a sus centros de estudio, trabajo o a sus hogares.
Sin embargo, un empleado de Servicios Municipales que labora en la zona y riega las plantas del jardín ahí ubicado, aseguró que las fuentes dejaron de funcionar porque hace unos cuatros años se robaron los cables de electricidad que las hacían funcionar y hasta la fecha siguen sin ser repuestos.

Planean rehabilitación

Junto con la dirección de mantenimiento de Obra Pública, la dirección de Servicios Municipales trabaja en la elaboración de un programa para rehabilitar y conservar en mejor estado, varias plazuelas que se ubican en diversas zonas de la ciudad.
El programa que se espera esté listo antes de que termine el año, permitirá conocer el estado físico y la forma en cómo podrían ser rehabilitadas para el disfrute de visitantes y habitantes.
“Vamos a ver qué podemos hacer para rescatarlas, no todas tienen los mismos desperfectos y daños, por lo que se requieren de labores distintas”, dijo el titular de Servicios Municipales, Daniel Barrera.
El funcionario lanzo un llamado a la población para participar en la conservación de estos espacios, sobre todo para acercarse a la autoridad y hacer de su conocimiento el estado que guardan dichos sitios.
“También es muy importante que la gente participe, que cuando vean algún desperfecto lo hagan saber y así nosotros intervenir para evitar más deterioro”, afirmó.
Explicó que actualmente en la zona Centro, plazuelas como San Fernando, Los Ángeles, Mexiamora, El Ropero, Tepetapa, entre otras, presentan un estado aceptable, por lo que solicitó la colaboración de la gente para que sigan así.
Incluso algunas como Mexiamora y Tepetapa son monitoreadas por el sistema de videovigilancia de la Dirección de Seguridad Ciudadana.
Señaló que por tratarse de espacios públicos de uso común es complicado dar una buena labor de mantenimiento, ya que son usadas con mucha frecuencia y muchas veces no se tienen los cuidados para su adecuada conservación.
El funcionario indicó que esperan que en lo que resta del año se pueda disponer de recursos para iniciar su rehabilitación, ya que el no contar con los necesarios impide concretar muchas otras labores.

Pardo se deteriora

Situada a un costado del templo de Pardo, la plazuela del mismo nombre se debate entre el abandono y el deterioro causado por el tiempo, el lugar se pasado de ser un sitio para la recreación a uno para arrojar basura y desperdicios.
Fue inaugurada en el 2008, cuando el gobierno municipal de Eduardo Romero Hicks llevó a cabo labores de rehabilitación de esa vialidad y desde entonces no ha recibido labor alguna de mantenimiento.
Y esa falta se percibe con al menos media docena de lozas que se han desprendido de su lugar y que también han desaparecido por completo, además de la basura y escombro que se acumulan en la parte trasera del templo.
Sus mejores tiempos han quedado atrás, ya que las bancas hoy lucen solas y vacías la mayor parte del día.
Su ubicación, en una de las vialidades más transitadas de la ciudad, sería motivo para que fuera sometida a un constante mantenimiento pero desde su edificación no ha sido objeto de algún tipo de remodelación.
Además de basurero, es utilizada como baño público, pues los olores que se desprenden de las esquinas del templo así lo evidencian.
Pese a que la calle de Pardo a diario es barrida por empleados municipales, la plazuela no goza de ese privilegio y poco a poco la gente ha dejado de acudir a ella.
“La descuidaron mucho, antes estaba bonita y la limpiaban pero la han agarrado hasta de basurero”, dijo Luis Felipe, vecino de Cuevas, que espera en el lugar la llegada del autobús que lo llevará a su destino.

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