Todos los días, en la Capital se cometen diversos tipos de robos a tiendas departamentales y supermercados.
Según los gerentes de cuatro establecimientos, el más común por la técnica empleada que es esconder lo robado  debajo de la ropa, es el denominado ‘robo hormiga’.
Consiste en hurtar productos pequeños o algunas veces, más grandes de tiendas, poco a poco, pero que a la larga genera pérdidas monetarias de alto valor.
No es cualquier robo, pues ha ido evolucionando y hoy en día existen bandas organizadas que en vez de llevarse jabones, prendas de ropa, perfumes, desodorantes, botellas de vino, se llevan  consolas de videojuegos,teléfonos  celulares y hasta computadoras portátiles, sin importarles el personal de seguridad y las cámaras.
El gerente de la tienda Coppel, menciona que en lo que va del año, han sufrido una pérdida de 20 mil pesos en el área de ropa y en electrodomésticos.
“Nosotros hemos tenido muchas pérdidas monetarias en diferentes áreas, pero sobre todo en electrodomésticos, telefonía, calzado, ropa e incluso en lencería, las personas que se dedican a este delito lo hacen de forma organizada”, dijo Alejandro Flores, gerente de Coppel.
Las autoridades han consignado sólo a tres personas, las cuales fueron sorprendidas in fraganti por el personal de seguridad interno de dicho establecimiento; esconden lo robado entre sus ropas, a veces se lo llevan puesto o adquieren algún artículo pero antes de salir se las ingenian para llevarse otras cosas ‘gratis’.
A pesar de que las cámaras de seguridad instaladas en las tiendas comerciales, captan y vigilan mediante un circuito cerrado a miles de personas que a diario que van de compras, no se percatan de todas las artimañas de las llamadas ‘farderas’ que buscan burlar la seguridad.
‘herramientas’ especiales
En la tienda comercial Mega Pozuelos, la subgerente Eva Mata, explicó que han detectado a varias personas con bolsos, fajas, y ropa fabricadas en casa especiales, donde esconden los productos.
“Hemos detectado a 5 personas que portan algo sumamente elabora para robar y que no nos percatamos al momento de salir por la puerta principal, con el tiempo nos damos cuenta e inclusive de tantas veces ya hemos logrado asegurarlas.
En la tienda antes mencionada, el robo más alto fue de 8 consolas de videojuego, con una pérdida de alrededor de 50 mil pesos.
Eligen fechas
Además, los gerentes de las tiendas antes mencionadas y los de la Comercial Mexicana, también coincidieron que hay quienes buscan ‘ahorrarse’ dinero sobre todo en fechas importantes como Día de Reyes, del Padre, del Niño, Navidad, Año Nuevo, cumpleaños.
De igual forma, cuando sale al mercado algún producto de novedad, como juegos de mesa, juguetes, y otros, los ‘robos hormiga’ aumentan.
Mini robos
Para otras personas, los artículos preferidos para robar son alimentos, como dulces, chocolates, galletas, chicles, los cuales roban de los diferentes Oxxo que hay en la ciudad, y cuyos empleados se dan cuenta de la pérdida hasta que hacen el inventario.
Elementos de seguridad interna de las diferentes tiendas departamentales y supermercados a los cuales se entrevistó, refirieron que el 70 por ciento de las personas que roban son hombres y el resto son mujeres, entre 14 años hasta los 45 años de edad.
Ante esta problemática, los encargados de cada pasillo aseguran los artículos de gran valor en vitrinas y están en constante vigilancia.
“No estamos exentos de que seamos robados, estamos conscientes que esto sucede a diario, a pesar de la seguridad que tenemos se las ingenian muy bien, lo que podemos hacer es sólo disminuir este tipo de robo que con el tiempo genera mucha pérdida”, señaló Rubén Florencio, gerente de la Comercial Mexicana.

‘estudian’ a vigilantes

La manera de trabajar de algunos amantes de lo ajeno según la versión de varios gerentes, primero entran para ver cómo están trabajando los elementos de seguridad, después revisan en las cámaras de seguridad en qué departamentos se encuentran los vigilantes.
Enseguida buscan en qué o cómo pueden llevarse las cosas, esconderlas en el bolso, faja o ropa especial.
O bien,  en algunos casos una persona distrae a los guardias mientras otra sale con el carrito lleno de mercancía pero no por las cajas, sino por los costados de entrada al establecimiento, como si hubiesen pagado todo.

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