Con un desfile cívico militar en el que participaron más de 5 mil 800 personas, los habitantes de la Capital conmemoraron el 204 aniversario de la toma de la Alhóndiga de Granaditas, gesta heroica que consolidó el movimiento de Independencia nacional.
Las calles de la ciudad, especialmente las del Centro, fueron abarrotadas por miles de personas y familias enteras que acudieron a presenciar este evento, el cual año con año rememora los hechos que se vivieron un 28 de septiembre, de hace ya más de dos siglos.
El contingente que fue encabezado por el gobernador Miguel Márquez Márquez y el alcalde Luis Fernando Gutiérrez partió justo a las 10:00 de la mañana desde el monumento a la bandera, en el jardín de Embajadoras para llegar diez minutos después a la sede del Congreso del Estado, donde desde el balcón junto con otros funcionarios, presenciaron este importante acto.
Clubes de servicio y escuelas primarias y secundarias encabezaron un nutrido contingente, que incluyó además a personal de municipios y dependencias estatales, así como elementos de los cuerpos de seguridad pública, Bomberos, Cruz Roja, Protección Civil, elementos de Policía Vial y transporte de los municipios, Fuerzas de Seguridad Pública del Estado (FSPE) y militares.
El contingente militar fue el que más llamo la atención de los asistentes, que a su paso les lanzaron porras y vítores, como una forma de reconocer su labor.
Y es que el Ejército sigue siendo una institución que además del aprecio y reconocimiento de la gente, goza de total simpatía tanto de chicos, como de grandes.
Fueron poco más de tres horas las que duró el evento, que fue presenciado por miles de personas que desde las banquetas, balcones y cualquier espacio, observaron el evento cívico más importante de la ciudad.
Padres de familia, muchos de ellos acompañados de sus hijos, se apersonaron sobre las banquetas de calles como Sopeña, Luis González Obregón, Plaza de la Paz, avenida Juárez y Pardo, para ser testigos del paso de los contingentes, entre los que se encontraban algunos miembros de la familia.
La mañana calurosa no afectó el ánimo de los miles de asistentes, que al paso de los participantes aplaudían y echaban porras.
Y así como miles de personas abarrotaron las calles para ser parte de este colorido evento, también cientos de elementos de seguridad se mezclaron entre las personas para evitar cualquier tipo de acto que pusiera en riesgo a la gente.
Cerca de la 1:30 de la tarde, el agrupamiento de charros ‘Albino García’ llegó hasta las afueras de la sede del Poder Legislativo, con lo cual se puso fin a este importante evento, que permanece vigente en el gusto de los habitantes de la ciudad y de otros procedentes del resto de los municipios del estado.
la primera batalla
La toma de la Alhóndiga de Granaditas fue la primera acción de armas librada entre fuerzas insurgentes y tropas españolas durante la guerra de Independencia.
Al llegar a la ciudad de Guanajuato don Miguel Hidalgo y Costilla e Ignacio Allende, intimaron a rendición al intendente Juan Antonio Riaño, quien junto con 600 españoles, se atrincheró en la Alhóndiga para resistir el ataque de unos 20 mil insurgentes.
Dichas fuerzas fueron cercando la plaza hasta penetrar en ella. Lanzaron un ataque directo a la Alhóndiga, que fue defendida por los españoles, quienes realizaron una férrea defensa, lo que provocó que los insurgentes empezaran a mostrar signos de desaliento.
Hidalgo se dirigió a un joven que destacaba en la multitud, y le dijo: “Pípila… la patria necesita de tu valor… ¿te atreverás a poner fuego a la puerta de la Alhóndiga?… Sin titubear dijo que sí”.
El Pípila (Jesús Martínez de los Reyes), con una tea de ocote encendida y cubierto con una loza, prendió fuego a la puerta de la Alhóndiga, que, al consumirse, dejó la entrada abierta a los atacantes, que penetraron al interior del edificio. Finalmente el combate terminó con el aniquilamiento de los enemigos.