Pese al riesgo y a que está prohibido por la Ley Federal de Pirotecnia, un niño de al menos 12 años, encendió la pirotecnia de la procesión de la fiesta de La Purísima Concepción, en el templo de la Tercera Orden.
Desde la calle Guanajuato hasta la Morelos, para llegar al templo, el menor acompañó a dos adultos que llevaban los explosivos; el niño se dedicó a encender las mechas y también llevaba algunos cohetes en las manos.
La Ley Federal de Pirotecnia prohíbe que menores de edad manejen artificios, en este caso, tipo 3 que “representan un riesgo medio y que están diseñados para ser utilizados al aire libre en áreas amplias y abiertas”.
El menor llevaba un encendedor para, a la orden del adulto, prender la mecha al explosivo y enseguida emprender la huida fuera del alcance de las chispas que arrojaban los cohetes. Pese a que la procesión debe ser acompañada por elementos de Protección Civil, en ningún momento se observaron unidades o agentes de la corporación encargada de resguardar la seguridad en los eventos masivos. Según feligreses, los que quemaban la pirotecnia son de la fábrica San Pedro, donde cuatro personas, entre ellos un menor, murieron tras la explosión de un depósito de pólvora el 18 de mayo.

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