Miles de guanajuatenses cumplieron con la tradición y en masa se volcaron al Santuario de la Virgen de Guadalupe, ubicado en el barrio de la Calzada, para rendir tributo y mostrar su fervor y devoción por la imagen religiosa que ha logrado llegar al fondo del corazón de todos sus fieles.
De todos rumbos de la ciudad, ya fuera barrios o colonias o comunidades rurales, familias enteras dirigieron sus pasos hasta este lugar para celebrar a la “Morena del Tepeyac” y una vez más demostrar su amor y admiración por esta emblemática figura, que desde hace miles de años es venerada por los mexicanos.
Entre aromas de antojitos mexicanos, puestos que ofrecían artículos de todo tipo, la gente se abrió paso y caminó la pesada subida del Barrio de la Calzada hasta llegar al templo, en donde se celebraron diversos actos religiosos en su honor como misas, rosarios, horas santas y cánticos de todo tipo.
Las danzas tradicionales, como los concheros, el torito y la música de viento ambientaban el lugar, que parecía pequeño en comparación con los miles de personas que hicieron acto de presencia.
La imagen de la Virgen de Guadalupe colocada en lo más alto de la iglesia en su honor, pareciera que esperaba el momento, pues como dijeron algunas señoras que por iniciativa propia participan en la organización de fiesta, “hoy amaneció más bonita”.
Pese a la cantidad de gente, las corporaciones de seguridad y auxilio reportaron saldo blanco en el operativo de seguridad aplicado y donde participaron cientos de preventivos, policías viales, elementos de Protección Civil y personal de fiscalización, entre otros.
Inculcan a los niños la tradición
Al igual que lo hicieron miles de personas, la pequeña “Lupita” se levantó temprano y junto con su mamá acudió puntual a visitar a la Virgen de Guadalupe.
De la mano de su madre, esta pequeña niña de escasos cinco años de edad es el vivo testimonio de la manera en que las tradiciones se heredan en las familias mexicanas y que dan forma a una diversidad cultural que hace de México, un país único y lleno de entrega y pasión.
Con su rostro infantil e inocente, vestida al modo de la indumentaria de la Virgen de Guadalupe, mostró una devoción y fe que demuestran que el sentido religioso sigue presente en todos los que reconocen a la Guadalupana, como la “Reina de México”.
Residente de uno de los barrios más populares de la ciudad, como es Pueblito de Rocha, no le importó caminar y mezclarse entre la gente, con tal de llegar hasta el altar en donde se encuentra la virgen, que dio origen al nombre con que la bautizaron.
Su madre con alrededor de 27 años de participar en esta tradición, se muestra contenta con la forma en cómo la niña adopta esta veneración a la imagen religiosa más importante del catolicismo en México.
Se unen en familia por la ‘Morenita’
En medio de un ambiente de fiesta donde no pudieron faltar los pambazos y las peregrinaciones con sus bandas de guerra, Blanca Aurora Torres acudió a visitar a la Virgen de Guadalupe, acompañada de su niña María José López Torres.
Blanca Aurora llegó temprano a la Calzada donde viven sus papás, porque en el día de la guadalupana se reúne toda la familia.
“Todos los tíos llegan y colocan sus altares, todos son fotógrafos, es la tradición. Una vez que termina la toma de fotografías nos reunimos como familia a convivir”, indicó.
Bajo un cielo nublado que amenazaba siempre con llover, la familia de Aurora recibía a los pequeños acompañados de sus papás, quienes llegaban para tomarse la foto del recuerdo con la imagen de la consentida de los mexicanos.
Fotografías de 20 a 50 pesos según el diseño, fueron los costos que dieron los profesionales de la lente, quienes cada año cambian el diseño de sus stands.
“Terminando comienza la fiesta del puente Guadalupe-Reyes, en la reunión comemos las tradicionales enchiladas, frituras, lo que se vende en la fiesta, lo importante es convivir”, comentó Aurora.
Protege a Mariel Fernanda desde que nació
Hace dos años Griselda Gutiérrez presentó un parto de alto riesgo así que encomendó su situación a la Virgen de Guadalupe, al final todo salió bien.
Para agradecer el milagro recibido, llegó este viernes al Santuario de Guadalupe acompañada de su esposo Jesús y su pequeña Mariel Fernanda.
El camino que recorrieron comenzó en las escalinatas de la Universidad de Guanajuato.
“Este es primer año que traemos a Mariel, porque cuando iba a nacer se presentó un parto de urgencia, así que pedimos mucho a la Virgen de Guadalupe, así que ahora la venimos a presentar”, indicó Griselda Gutiérrez.