Pese a haber perdido la vista hace más de 5 años, producto de la diabetes, don Juan Arzola recorre a diario las calles de la ciudad para buscar el sustento que permita hacer menos complicados sus días.
Con un bastón en mano, este hombre cercano a los 60 años de edad, originario de la comunidad El Zangarro, no se amilana ante lo avanzado de su enfermedad.
“Yo no estoy en contra de lo que me pasó, en esta vida hay que recibir todo lo que Dios le manda a uno”, dijo mientras recorre las calles de la zona Centro de la ciudad, en la búsqueda de alguna persona caritativa que le obsequie alguna moneda para alimentarse.

NO FORMA PARTE DE NINGÚN PROGRAMA
Asegura que jamás ha pertenecido, ni formado parte de las listas oficiales de los diversos programas de apoyo social que administran instancias de gobierno federales, estatales y municipales, con todo y que ha perdido la vista, no ha perdido las ganas por vivir.
Antes de perder la vista, compraba algunas verduras y hortalizas que luego venía a vender en la zona Centro de la ciudad, pero ahora ya no puede.

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