En la Plaza del Baratillo, justo a un costado de la fuente del lugar, en la esquina del Callejón de la Cabecita, la familia Escobar ha deleitado por varios años, con sus ricos y deliciosos tamales, a miles de habitantes de la zona y visitantes que se acercan para consumir estos alimentos.
Todas las mañanas, no importa la época del año, los integrantes de esta familia se colocan en el lugar para ofrecer suculentos tamales de diversos sabores como: azúcar, chile rojo con carne de puerco, chile verde con pollo o queso, acelga, rajas con queso y el delicioso atole champurrado que ha hecho las delicias de vecinos, habitantes de otros lugares de la ciudad y turistas.
Sus precios son económicos y el costo por tamal es de 10 pesos, lo mismo que el vaso de champurrado, que por estas fechas de frío representan un importante alimento para mantener el cuerpo caliente y evitar enfermedades.
Y aunque hay otros giros comerciales que les hacen competencia, los integrantes de esta familia que son encabezados por Belem Escobar se han esmerado en su labor para seguir conservando sus clientes y ganar nuevos.
“Ya son muchos años trabajando aquí y hemos logrado sacar a la familia adelante, pero lo bueno es que todos participan y lo sacamos adelante”, dijo.
Los sabores que más consume la gente son los de chile en sus prestaciones de color rojo y verde, y luego están los de dulce, aunque en fechas recientes se han solicitado en mayor cantidad los de tipo vegetariano, como los hechos a base de acelgas y rajas de chile verde.
Hay quienes sólo consumen el atole champurrado, una bebida hecha a base maíz con sabor a chocolate, mezclado con canela y otros ingredientes que hacen de él, una de las bebidas preparadas de mayor demanda de los habitantes de la ciudad.

Al detalle
El tamal es el nombre genérico dado a varios platillos de origen indígena preparados generalmente con masa de maíz rellena de carnes, vegetales, chiles, frutas, salsas y otros ingredientes, envuelta en hojas de mazorca de maíz o de plátano, bijao, maguey, aguacate, canak e incluso papel de aluminio o plástico, y cocida en agua o al vapor. Pueden tener sabor dulce o salado.

La preparación

La labor de preparar y tener listos estos antojitos mexicanos no es fácil, tampoco sencilla y requiere de verdadera dedicación de todos los integrantes de la familia.
Por un lado, se tiene que preparar la masa, la cual es hecha a base de nixtamal de maíz, que luego se mezcla con manteca de cerdo, ingredientes que se aderezan con guisados de verduras, carne y algunos sabores dulces, que se envuelven en hojas de elote.
Luego hay que ponerlos a cocer al menos un par de horas para que agarren la consistencia y el sabor que los distingue.

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