Los niños del Edén, una de las colonias ubicadas en la periferia de la ciudad, ya esperan la llegada de los Reyes Magos.
Por las calles, los niños se preguntan ¿qué les vas a pedir a los Reyes?, y sonríen como imaginando a los magos de oriente.
Tadeo de 4 años, dice con una gran sonrisa que él les pedirá “una tablet, una motocicleta de verdad y dinero de verdad”.
Kimberly Guadalupe, también de 4 años, les pedirá una tablet, “pero de niña”, dice sonriendo. Jesús Emmanuel de 10, se conforma “con lo que los Reyes quieran”, dice emocionado.
Érika de 6 años, quiere juguetes y una computadora, Ángel Israel y Ángel Eduardo de 6 y 10, prefieren un carrito de control remoto, pues dicen que siempre se los piden a los Reyes Magos pero nunca le atinan y les traen otra cosa.
Algunos papás platicaron que como años anteriores, este año probablemente no lleguen los Reyes por falta de dinero.
“Para que no pase desapercibido el día les compramos un carrito o una pelotita pero a veces ven que a otros niños les llevan muchos juguetes y se ponen tristes”, dice Ana María, madre de familia.
En la colonia El Edén, muchas casas son de lámina, y la mayoría son pies de casa o habilitan viviendas en terrenos baldíos, los colonos contaron que el trabajo en la ciudad es muy escaso.
“Mi esposo es albañil, y pues cuando hay ‘jale’ comemos, cuando no, pues no”, contó otra ama de casa.

¡Tradición con sabor!

José Luis Partida Hidalgo es panadero desde hace ya casi 40 años, desde que tenía 14 empezó a trabajar en las panaderías que en ese tiempo había en la ciudad, una de las primeras donde trabajó fue por el callejón Terremoto.
A José Luis le apasionó hacer pan desde entonces y recuerda que hasta se fue a trabajar a Chiapas y a Veracruz, donde aprendió a hacer diferentes tipos de pan.
Luego regresó a Guanajuato y trabajó en una panadería frente a la Basílica, ahí aprendió a hacer todo tipo de pan hasta que puso su panadería propia.
“Anduve de aventura por todos lados, por ejemplo allá en Chiapas el pan se hace diferente, le ponen mucho huevo y manteca de cerdo, sabe diferente y yo me enseñé a hacer de todo” platicó.
En su panadería ubicada en la calle Puertecito, en Embajadoras, ahora elabora todo tipo de pan: polvorones, galletas, besos, pan de ajo, mantecadas, conchas, y hasta los tradicionales leños rellenos.
En esta temporada no pueden faltar las también tradicionales roscas de Reyes, las cuales se hacen con la receta tradicional de las panaderías de antaño.

Se porta bien con sus papás

Como todo pequeño, Manuel Guadalupe anhela recibir la visita de los Reyes Magos este 6 de enero, así que todo el año se portó bien para que le traigan una consola de videojuegos.
En la colonia donde vive Manuel, la mayoría de las casas son de cartón, palos y lonas, por aquí es difícil que los Reyes encuentren el camino a su casa.
“A mí me gustaría que me traigan también un barco y una pista de carros”, comenta entre su inocencia Manuel.
En Ladera de Aldana, el polvo y las piedras de las calles de terracería se meten entre los dedos de sus pies, porque los zapatos de Manuel están rotos.
Junto con su hermanito, Manuel sueña que este año lleguen los Reyes Magos a una colonia que nadie quiere mirar.
Aquí también vive Guadalupe Jazmín, de 7 años, quien entre sus peticiones a los Reyes está un celular y una computadora.
“Sí le hago caso a mis papás. En la noche dejo una cartita para pedir mis regalos y los de mi hermanito Miguel Ángel”, cuenta Guadalupe Jazmín.

Sueña con la llegada de los Reyes Magos

Donde vive Regina Estefanía, las calles son de terracería, el frío cala hasta los huesos, quizá por esta razón los Reyes Magos no llegan a su humilde hogar.
Aunque todo el año Regina Estefanía se ha portado bien, obedeciendo a sus papás, esto no es garantía para que el 6 de enero reciba un juguete como regalo.
A su 8 años, Regina sueña con recibir de los Reyes una muñeca Monster High y unas botas.
Como toda pequeña, mantiene la ilusión, aun cuando otros años Melchor, Gaspar y Baltazar no llegaron a su casa.
“Me porto bien, creo que los Reyes Magos no llegan porque no saben mi dirección”, dice Regina, quien vive en la colonia Ladera de Aldana.

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