Como parte del conocimiento generado en la Universidad de Guanajuato (UG), la Central de Abastos de Irapuato construye un biodigestor que generará biogás a partir de la fermentación de los desechos orgánicos, con el cual los comerciantes producirán su propia energía eléctrica.
La medida apunta a disminuir los costos que implica para los propietarios el abasto de luz eléctrica, además de generar materia orgánica que se puede utilizar como abono con una alta calidad.
Este mecanismo elaborado por alumnos y profesores de la UG y primero en su tipo a nivel nacional en funcionar de esta manera, es un recipiente que recibe desechos de tipo orgánico los cuales son transformados en dos tipos de productos: biogás y residuos sólidos digeridos que se convierten en abono orgánico de muy alta calidad.

PRODUCEN ENERGÍA ELÉCTRICA
Ambos productos tienen un fin determinado, por un lado producir energía eléctrica para el propio consumo de la Central de Abastos y por el otro, materia orgánica para utilizarse en algunos procesos de producción de granos, hortalizas, entre otros.
El dispositivo mide alrededor 700 metros cúbicos y tiene la capacidad de proporcionar 200 metros cúbicos de biogás diariamente a partir del procesamiento de 5 toneladas de desechos orgánicos.
Con lo anterior se contribuiría a generar una cuarta parte de la energía eléctrica que se consume diariamente para diversos fines y usos en la Central de Abastos de Irapuato.
Una característica de este instrumento es su sistema modular, el cual puede escalar en tamaño para procesar más desechos en caso de que así se requiera.
En cuanto al abono orgánico que se producirá en el sistema de lombricomposta que incluye el biodigestor, su gran calidad servirá para devolver a la tierra su capacidad agrícola; pues se considera que es un mejorador de suelos que traerá también beneficios económicos por su alto valor comercial.

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