Con una fe inquebrantable que los obliga a recorrer cientos de kilómetros, un grupo de unos 20 niños de la Misión de Chichimecas, en San Luis de la Paz, forman parte de la peregrinación anual que organiza la Parroquia de San Luis Rey a San Juan de los Lagos.
Todos ellos de origen indígena acompañan a sus papás en esta travesía que supera una longitud de 250 kilómetros, la cual recorren en 12 días, incluidos dos de ellos para descansar y recuperar fuerzas.
Dionisio Tovar, celador principal de esta peregrinación que se organiza cada año y que conforman unas 400 personas, incluidos los menores de edad, señaló que lo que buscan con esta medida es despertar la fe y devoción en los más pequeños, porque ellos serán los encargados de preservar la tradición.
“Muchos de nosotros tenemos varios años participando y caminando hasta San Juan, pero algunos ya somos grandes y hay que inculcar en ellos estas tradiciones y demostraciones de fe”, dijo.
Explicó que quienes forman parte de esta procesión se organizan entre ellos mismos para realizar esta ofrenda a la milagrosa imagen de la Virgen de San Juan de los Lagos.
“Cada año nos venimos y cada año viene más gente, antes éramos como unos 300, ahorita ya somos 400 y los niños siempre los hemos traído para que sean ellos los que sigan esta tradición”, afirmó.
Ubicados en el área de estacionamiento pública de la Ex Estación del Ferrocarril, este grupo de hombres y mujeres curtidos por el intenso trabajo en el campo, recorren toda esta distancia, con el único fin de agradecer a la Virgen los favores recibidos a lo largo de todo un año.
Todos ellos no son de los que esperan recibir favores o milagros de la deidad jalisciense o porque ya los hayan recibido, sino que lo hacen como una muestra de gratitud y lealtad a quien consideran su “Santa Patrona”.
“No lo hacemos porque la Virgen nos ayudó o porque le vamos a pedir algo, lo hacemos por gusto, por agradecimiento y más por encomendarle a estos niños que son la esperanza de muchos”, aseguró.
Los niños por su parte son evasivos a las preguntas y fotografías de am Express, pero con su sonrisa y su mirada inocente, demuestran que si se inculcan valores morales en ellos, el futuro es mejor y más prometedor.
Niños peregrinos también van a San Juan
Les inculcan la tradición desde pequeños.