Aún y cuando no suelen serlo, llegaron puntuales a la cita y como si se tratara de “grandes amigos” y no adversarios políticos, lo mismo panistas que priístas se mezclaron entre la gente, pues no podían desaprovechar la oportunidad para hacerse promoción personal, ahora que los tiempos electorales ya llegaron.
Una vez más el motivo fue la celebración del tradicional Día de las Flores, y lo mismo funcionarios federales, estatales y municipales, que candidatos aprovecharon para buscar el apoyo de la gente.
La fiesta popular más importante e histórica de la capital del estado no excluyó a nadie y lo mismo estuvieron presentes el gobernador Miguel Márquez, que diputados locales, encabezados por el presidente del Congreso del Estado, Luis Felipe Luna, y sus homólogos federales, Francisco Arroyo Vieyra, y los senadores Gerardo Sánchez, Miguel Ángel Chico y Juan Carlos Romero.
Así como el presidente del Poder Judicial del Estado, Miguel Valadez Reyes, y los integrantes del gabinete legal y ampliado del Gobierno del Estado.
Hasta los candidatos del PAN a la alcaldía, Ruth Lugo Martínez, así como a diputados local y federal, Alejandro Navarro y Raquel Barajas, fueron vistos dándose el tradicional “baño de pueblo”
Unos repartieron flores, otros se tomaron fotos, caminaron entre la gente y dieron la tradicional vuelta alrededor de un atestado Jardín Unión, que fue tomado por miles de hombres y mujeres, especialmente jóvenes, quienes con su presencia dan vida y logran que la tradición perdure al paso de los años.
Muchos de los asistentes conocen y saben quienes son nuestras autoridades y diversos funcionarios, pero la gran mayoría no se interesa en ello, aunque cumplieron con un saludo para seguir adelante con su recorrido.
Luego de recorrer la zona y obsequiar flores, en su mayoría rosas de color rojo y blanco, todos se dispusieron a desayunar, pues lo importante es guardar las apariencias, no importa que en unos cuantos días las confrontaciones propias del proceso electoral, los pongan como enemigos a muerte.
Esta fiesta que se celebra en esta ciudad desde 1885, según el fallecido historiador, Manuel Leal, no distingue entre clases sociales, ni tampoco entre “pobres y ricos”, pues su origen popular permite dar cabida a todos.
Guanajuato y su gente una vez más dieron muestra de que esta fiesta es tan amplia como diversa y no importan los colores partidistas, tampoco las preferencias de este tipo, mucho menos la ideologías y los credos, lo trascendente es mantener una tradición única que ha dado relevancia a lo largo de la historia a esta bella ciudad y sus miles de habitantes.
Flor azul, abrazo y ‘selfie’
A donde un guanajuatense volteara se encontraba con flores…era Viernes de Dolores, una tradición anual en la capital.
Cada año el gobernador del Estado en turno hace un recorrido por el centro de la ciudad histórica, regala nieve, desayuna con su gabinete, visita altares y por supuesto regala flores.
Por tercera vez le tocó al panista Miguel Márquez Márquez que en color blanco acompañado de sus esposa Maru Carreño tuvo que poner la alarma temprano, porque el recorrido arrancaría minutos antes de las ocho.
Pero aunque el sol apenas estaba asomándose, el Gober ya estaba frente al Teatro Juárez.
Por aquí y por allá a quien pasaba le tocó una flor a propósito del partido en color azul, un abrazo del mandatario y las “selfies”.
La primer parada fue en el Jardín de la Unión, donde iba acompañado del alcalde de la capital Luis Gutiérrez Márquez y una buena parte de su gabinete y sus secretarios acompañados de sus esposas todas ataviadas en blanco.
¡Buenos días! ¡Provecho! Deseó el mandatario para comenzar a desayunar con los funcionarios estatales y acompañantes.
Luego de comer, ya una “bolita” de señoras lo esperaban en el kiosko, donde al son de la banda no faltó la mujer que se acercará y se echará unos pasitos de danzón con Márquez.
“A ver pásate, si pásate y dile que baile contigo”, le dice Imelda Suárez a su amiga Rosa Ramírez, que, enfundada en un reboso rosa, esquivó escoltas, medios de comunicación y varias personas para llegar hasta los brazos de su gobernador.
Presidencia Municipal y su altar, una sesión para reconocer a los orgullos de Guanajuato, más calle y después el altar del Congreso con una interminable fila para las nieves.