Entre cánticos religiosos, rezos y peregrinaciones, ayer miles de capitalinos recordaron la entrada de Jesús de Nazareth a Jerusalén.
Cientos de personas acudieron a los principales templos de la ciudad para celebrar el Domingo de Ramos.
Algunos dejaron a un lado sus actividades cotidianas y salieron a las calles para participar en las peregrinaciones.
Afuera de los templos, gran cantidad de vendedores de palmas se colocó desde las primeras horas del día, como acostumbran cada año.
“Desde que tenía 18 años vengo a vender los ramos, venía con mi papá desde la comunidad de Arperos, ahora tengo 45 años y mi hijo ahora viene a vender conmigo”, contó el comerciante Rafael Jiménez.
Los templos de San Roque, San Sebastián, Belén, Pardo, La Compañía, Marfil, Valenciana y la Basílica de Nuestra Señora de Guanajuato, fueron los más visitados por capitalinos y turistas durante todo el día.
“Tengo 25 años acudiendo al templo de Belén, año con año, ésta es una de las fechas más representativas para los católicos igual que el día del Viacrucis. Siempre traigo a mi familia porque son fechas en que hay que estar más juntos que nunca con los seres queridos para recordar el calvario que tuvo que pasar Jesús”, mencionó Juanita Vázquez, habitante de Barrio Nuevo.
Antes del mediodía los templos recibieron las peregrinaciones que eran acompañadas por actores que representaron a Jesús de Nazaret en su entrada a Jerusalén.
El abad Rubén de la Cruz Martínez explicó durante su intervención en la homilía que el Domingo de Ramos es en el que los católicos conmemoran la entrada triunfal de Jesús de Nazareth en Jesusalén, aclamado por la multitud, días antes de su Pasión, Muerte y Resurrección.
Entre todas las celebraciones católicas ésta es de las más recordadas y en la que participan más personas después del tradicional Viacrucis que se llevará a cabo el próximo viernes en los principales templos de la ciudad.

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