Con la idea de refrescar a los capitalinos, hace tres años Daniel Nussbauner creó la cerveza Embajador, que desde entonces produce de manera artesanal en su taller en Santa Teresa.
Daniel llegó a la capital desde Suiza con la intención de representar a su país por medio de una cerveza. “La idea es que nosotros queremos ser representantes de buena cerveza”, comentó Daniel.
Los ingredientes para crear la cerveza son simples ya que sólo se necesita: cebada, levadura, lúpulo y agua, pero al mismo tiempo el proceso es más complicado ya que para la fermentación de la bebida tarda de dos a tres semanas.
El primer paso es romper con un molino la cebada que se hidrata para convertirse en malta, después se le agrega el lúpulo y se mezcla para después hervir la mezcla, es en este momento cuando se hacen controles de contenido de alcohol y gravedad.
Después de esto se traslada a tanques de acero inoxidable donde se enfría y se deja fermentar durante dos a tres semanas y está lista para embotellarse.
A decir de Daniel, su bebida no contiene ningún aditivo químico y todo es completamente natural, por lo que los capitalinos pueden estar seguros que la cerveza que beben es completamente artesanal.
Llega de Suiza la cerveza artesanal
La Emperador se puede disfrutar en varios restaurantes y bares de Cuévano.