“Desde muy pequeño yo quería ser policía porque admiraba mucho lo que hacían al ayudar a la gente, el uniforme que portaban era algo que me motivaba y más al verlo puesto en varios familiares que servían en diferentes corporaciones policiacas, me considero que naci con sangre de policía”, dijo el policía segundo Andrade.
Con ocho años de trayectoria, el oficial Andrade es uno de los integrantes del grupo de la Policia Turística de la Dirección de Seguridad Pública, desde su ingreso ha ido superándose.
La idea de ser un oficial la llevó a cabo cuando se alistó en el Ejército, duró varios años y descubrió la posición que sentía desde niño por portar el uniforme.
Luego de servir al país, llegó a Guanajuato y, sin pensarlo dos veces, acudió a formar parte de la Policía Municipal, donde actualmente radica como oficial segundo en el grupo de la Policía Turística.
Andrade está muy contento de pertenecer a la Turística, ya que le encanta estar en proximidad con las personas y es una característica de ese grupo, sus diversos cursos, capacitaciones y talleres que ha llevado en diferentes áreas de prevención, primeros auxilios, proximidad, entre muchos más dentro de su trayectoria, lo han colocado en ese puesto.
Uno de sus objetivos es seguir estudiando para llegar a tener un alto mando en la corporación y si el destino le da buena cara quiere llegar a ser el Director General de la Policía de Guanajuato.
“Desde que me puse el uniforme me he esforzado demasiado, para mí no hay límites y por eso seguiré creciendo, poco a poco he logrado con mucho esfuerzo muchas cosas y no dudo en que lograré llegar a un puesto de alto mando”, agregó el preventivo.
A pesar de que en su trabajo arriesga la vida día con día, su familia lo ha aceptado y a diario le dan la bendición para que regrese con ellos y disfrutar de su compañía.
Durante los 8 años como policía ha tenido un sinfín de experiencias buenas y malas, pero recuerda una donde una persona murió a pesar de que le brindó los primeros auxilios.
“Me siento capaz para poder ayudar a las personas heridas con arma blanca por los estudios que he tenido, en una ocasión acudí a un reporte de una persona lesionada por arma blanca, al llegar lo primero que observé fue que tenía los intestinos de fuera por la herida tan grande que presentaba, le brindé ayuda mientras llegaban los paramédicos, todo estaba bien pero no resistió el hombre, cuando Cruz Roja lo revisó ya no se pudo hacer nada”, mencionó con sentimiento.
Otra anécdota donde puso en riesgo su vida pero con valor lo afrontó, fue la ocasión donde apoyo a sus compañeros a detener a unas personas que asaltaron a un camión pasajero que venía de Dolores Hidalgo, y en la persecución se desató una balacera en el Centro de la capital, pero lograron detener a los ladrones y resultó ileso.

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