Todo empezó como una necesidad de trabajo, pero ahora ser policía se ha convertido en la vocación para el oficial Araiza.
El oficial a estado dos periodos en la Policía Municipal; la primera ocasión fue durante el 2008, pero se dio de baja por motivos personales, la segunda vez reingresó en el 2011 y desde entonces todos los días sale de su casa para atender los llamados de la ciudadanía.
“La primera vez que formé parte de la Policía Municipal me di de baja porque se me presentó una nueva oportunidad de trabajo en el área de vigilancia de la Universidad de Guanajuato con sede en Yuriria, pero luego se terminó la administración de la rectoría de ese entonces y se terminaron también los contratos, pues los nuevos dirigentes ya traían al personal de confianza.
“Al terminarse mi contrato en la Universidad de Guanajuato me presenté nuevamente en la Policía Municipal, aprobé el examen de Control y Confianza y desde entonces aquí sigo en la corporación, tratando de hacer mi trabajo lo mejor posible cuando la gente lo requiere”, mencionó el oficial.
Son varios reportes lo que el policía Araiza atendio que atender, pero recuerda en especial uno donde estuvo su integridad física en riesgo, fue a finales del año pasado cuando la corporación recibió el reporte de robo de vehículo en el barrio de Mellado, sus compañeros iniciaron un operativo en el que lograron ubicar al delincuente mientras trataba de escapar la unidad robada.
El oficial se sumó al dispositivo y a la altura de la glorieta Santa Fe, se bajó de la patrulla, se paró frente el vehículo y le marcó el alto, pero el delincuente no hizo caso y le aventó el automóvil encima y se lo llevó varios metros sobre el cofre hasta que otra patrulla lo interceptó y logró la captura del ladrón.
En otro reporte, el oficial recibió la indicación para ayudar a dos mujeres que acaban se víctimas de un robo. Un asaltante, con navaja en mano había entrado a la casa de las victimas y les quitó varias pertenencias, tras una persecución, el oficial enfrentó al delincuente quien lo amenazó con el arma blanca pero logró detenerlo.
Policía por vocación
Aunque al inicio entró por necesitar un trabajo, luego de dos reingresos, se convirtió en una convicción.