Ayer, el Centro Histórico se vistió de colores en cada rincón del Jardín de la Unión y calles aledañas, rosas multicolores, huevos de Pascua, aguas frescas, nieves, tamales e infinidad de abrazos retrataron el memorable ‘Día de las Flores’.
Junto con los primeros rayos del sol comenzó la fiesta, los primeros en llegar como marca la tradición es el gobernador del estado Miguel Márquez Márquez y su familia, quienes son recibidos atrás del Teatro Juárez por el presidente municipal Edgar Castro Cerrillo.
Así comenzaron la caminata hacia las escalinatas del majestuoso Teatro Juárez, cobijados por el monumental altar a la Virgen de los Dolores, donde alguien pregunta “¿ya lloró la Virgen?”, para comenzar con el reparto de aguas frescas y tamales.
En este tradicional festejo, por varios años los principales protagonistas y animadores han sido los habitantes de la ciudad, un evento que no desaprovechan los políticos para convivir con los ciudadanos.
Sonrientes, los funcionarios públicos emprenden una caminata alrededor del Jardín de la Unión, un recorrido donde no escatiman en regalar sonrisas, flores y abrazos, el ‘baño de pueblo’ comienza.
Este día no hay momento para enemistades, todos se olvidan de sus diferencias y caminan juntos repartiendo agua, nieves y flores, saludan a todo mundo y todos los saludan a ellos.
Incluso el Gobernador del estado hace una pausa para acercarse a la regidora del PRD, Rubí, además de una sonrisa, el mandatario le obsequia una rosa.
Y que decir de personajes como los senadores Miguel Ángel Chico Herrera, del PRI, y Juan Carlos Romero Hicks, por el PAN, quienes incluso en la ceremonia de la entrega del ‘Guanajuatense Distinguido’ fueron captados charlando animadamente, pese a sus confrontaciones en el Senado de la República.
En este convivio quienes más se divierten son los niños, ‘exprimen’ el bolsillo de sus papás para comprar los cascarones de huevos de gallina, pintados y adornados con telas para recrear a sus personajes favoritos como Peppa, Bob Esponja, algunas princesas, a los superhéroes, flores y un sinfín de personajes.
Muchos de estos recuerdos no duran mucho tiempo en las manos de los pequeños, ya que con cualquier golpe se rompen, aunque unas cuantas lágrimas son suficientes para que los papás vuelvan a sacar la cartera y reponer al superhéroe pérdido.
Gracias a la participación de los ciudadanos, esta festividad se ha convertido en una tradición que perdura y trasciende precisamente por quientes hacen de la ciudad de Guanajuato su hogar, pese a que algunos políticos amargados quieran terminar con ella, calificando el evento como un simple estorbo, como señaló el síndico del PRI, Ramón Izaguirre Ojeda, en su cuenta de Facebook.
Así, los festejos populares son eso, del pueblo, ciudadanos que con su sola presencia hacen crecer las tradiciones hasta hacerlas parte de la historia.