Decenas de familiares de los mineros de Cata se congregaron ayer en las instalaciones de la empresa para honrar a la Virgen de los Dolores con una misa y el tradicional reparto de nieve y agua de sabores.

Poco a poco se fueron congregando en espera de que las puertas de hierro se abrieran y comenzara la fiesta.

En punto del mediodía, cientos de personas ingresaron en busca de un lugar para presenciar la misa.

Ramos de alelís moradas y blancas adornaron el altar donde los mineros y sus familiares encomendaron su seguridad a la Virgen para aquellos momentos en que bajan a las entrañas de la tierra en busca del oro y la plata.

Al concluir la misa, fueron agasajados con nieves y aguas frescas.

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