Policías e inspectores de Fiscalización  pusieron fin a una fiesta particular que se celebraba en la calle Truco ya que carecía de permiso, además de que el ruido y el desorden que generaban los asistentes molestó a vecinos.

Cerca de las 10:00 horas de ayer, vecinos reportaron el exceso de ruido y desorden que se generaba en la parte alta del citado domicilio, donde en la planta baja funciona una tienda de artesanías.

A la denuncia de los vecinos se sumó el reporte de transeúntes, quienes señalaron que al pasar por la Presidencia desde la parte alta caía basura y demás objetos.

Luego del reporte y a petición de los vecinos, al lugar se presentaron dos elementos de la Policía Preventiva, quienes dijeron a los reportantes que por tratarse de una fiesta privada no podían intervenir pero avisarían a la Dirección de Fiscalización para verificar si se contaba con la autorización correspondiente.

Al sitio llegaron inspectores, quienes entraron para revisar que todo estuviera en orden y justo en ese momento comenzaron a salir los primeros asistentes al festejo, que según vecinos llegaron desde las 9:00 de la noche del jueves.

Los funcionarios pidieron al propietario mostrar los permisos, de los cuales carecía por lo que se ordenó la suspensión y se procedió a aplicar una multa.

Policías explicaron que el dueño carece de un dictamen de Protección Civil respecto a si el lugar es seguro para ese tipo de reuniones.

Del interior salieron cientos de hombres y mujeres, algunos menores de edad, varios de ellos en avanzado estado de ebriedad.

Según vecinos, en el lugar había al menos unas 200 personas, que además de generar ruido y desorden ocasionaron temor ya que la construcción es muy antigua, por lo que pidieron que el lugar sea revisado con regularidad, pues dicen, esta misma persona organiza este tipo de festejos con frecuencia.

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