Uno de los paseos más bellos de la ciudad y favoritos de las familias para distraerse, el Río de las Palomas, está convertido en buena parte de su extensión en un gran depósito de escombro, dejado por gente irresponsable sobre la ribera de esta afluente.

Desde su inicio a la altura del Club Villaseñor, a un costado de la colonia Peñolera y hasta las cercanías de la comunidad de Peñafiel, a lo largo del recorrido se pueden observar varios lugares en donde se han depositado toneladas de escombro y otros desechos.

Este afluente que se forma de los escurrimientos de aguas más arriba que sirven también para llenar la Presa de Mata, ha sido por varias décadas el favorito de las familias para pasear y nadar, sólo que en fechas recientes, personas irresponsables han arrojado miles de kilos de escombro, incluso en la ribera del río, lo que ha ocasionado que su corriente presente algún grado de contaminación.

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