La calle debe su nombre a dos hermanos europeos que tenían como apellido Karkaman, que ocuparon a principios del siglo XIX la casona que se encuentra en la Plazuela de San José. Su apellido fue degenerado en “Los Carcamanes”, para referirse a ambos.
Como la mayoría de los extranjeros que llegaron a Guanajuato, los hermanos Karkaman se dedicaban al comercio. Sin embargo el suceso que inmortalizó a los hermanos Carcamanes fue una disputa que terminó en la trágica muerte de los hermanos y una mujer.
Todo transcurría tranquilo en la ciudad cuando la mañana del 2 de junio de 1803, se encontraron los cuerpos sin vida de Arturo y Nicolás Karkaman, y más tarde de una bella mujer, quien al parecer fue la causante de tal hecho tan atroz.
Al parecer la joven sostenía una relación amorosa con ambos hermanos. Cuando Arturo se enteró de la infidelidad, esperó a su hermano para acabar con su vida. Aunque herido, Arturo acudió a los aposentos de la dama y la apuñaló en el corazón. Finalmente se suicidó con la misma arma que había asesinado a su hermano y a la mujer que creía que lo amaba.
Se dice que el cuerpo de Arturo fue exhumado en el Templo de San Francisco y el de Nicolás en el panteón de San Sebastián. Y fue por este hecho tan trágico como espeluznante que la calle y la plazuela entre la Alameda y San José tiene como nombre Carcamanes.
Este lugar atrae la mirada de propios y extraños, la pequeña plazuela tiene un frondoso árbol que da sombra a los caminantes. La casa contigua actualmente es un café donde se puede disfrutar una agradable tarde escuchando música o leyendo un libro.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *