Los dos centros de verificación que existen en la ciudad, ofrecen únicamente la prueba estática a ciertos vehículos de  modelos anteriores; los más actuales se quedan fuera, por lo que no funcionan de acuerdo a lo determinado por la Semarnat.
Desde mediados de 2016, se estableció que los centros verificadores deben cumplir con la Norma Oficial Mexicana, y apegarse a las nuevas normas ecológicas, pues dentro de estas evaluaciones podrían medir los principales gases contaminantes.
Para realizar la prueba dinámica se requiere una nueva infraestructura en los verificentros, misma que no ha llegado a la ciudad, por el alto costo que representa para los concesionarios, rebasando el millón de pesos.

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