El Abad de la Basílica Colegiata de Nuestra Señora de Guanajuato, Rubén de la Cruz Martínez hizo un llamado a la conversión y reconciliación con Dios, especialmente en este tiempo de cuaresma donde se debe vivir con esperanza, fe, penitencia y así dejar de vivir en el pecado.
Explicó que los 40 días de la Cuaresma, son ante todo, la invitación que hace nuestro señor Jesucristo a la conversión, la renovación y dejar al hombre viejo, sometido al pecado y lograr vivir en la gracia de Dios.
“Es un tiempo para vivir en la fe porque es tiempo que estamos llamados a adherirnos a nuestro Dios, que nos invita a un camino de renovación para vivir no solamente de las cosas naturales, sino de la palabra de Dios”, dijo.
Señaló que es tiempo de que todos los que profesan la religión católica, sean más humanos y hermanos, para que se vean más como verdaderos hijos de Dios, mediante la penitencia y la mortificación.
De la Cruz Martínez consideró que es necesario recordar que con la imposición de la ceniza, inicia un periodo que recuerda lo condición de fragilidad del ser humano, sobre todo cuando se reconoce que venimos del polvo y que al polvo hemos de volver.
“La Cuaresma es un tiempo de oración, un tiempo de guardar silencio y elevar el espíritu”, afirmó.
El prelado aclaró que lo mejor de este tiempo es lograr que los hombres y mujeres vivan en oración y libres de todo pecado, pues la cuaresma se caracteriza por vivir un ayuno para romper las cadenas de la injusticia y la opresión.
“Ante todo lo que Dios quiere es compartir el pan con el hambriento. Esos son los caminos que la iglesia nos exhorta a vivir para vivir auténticamente la cuaresma y ante todo es el ayuno de la irresponsabilidad, del individualismo”, aseguró.
Apuntó que también es tiempo de dejar la tecnología, las redes sociales y los medios, para lograr una verdadera comunicación y acercamiento entre las familias, ya que el uso de estos dispositivos no permite la convivencia entre padres e hijos y matrimonios, para que puedan dialogar y sentirse como hijos de Dios.El Abad de la Basílica Colegiata de Nuestra Señora de Guanajuato, Rubén de la Cruz Martínez hizo un llamado a la conversión y reconciliación con Dios, especialmente en este tiempo de cuaresma donde se debe vivir con esperanza, fe, penitencia y así dejar de vivir en el pecado.
Explicó que los 40 días de la Cuaresma, son ante todo, la invitación que hace nuestro señor Jesucristo a la conversión, la renovación y dejar al hombre viejo, sometido al pecado y lograr vivir en la gracia de Dios.
“Es un tiempo para vivir en la fe porque es tiempo que estamos llamados a adherirnos a nuestro Dios, que nos invita a un camino de renovación para vivir no solamente de las cosas naturales, sino de la palabra de Dios”, dijo.
Señaló que es tiempo de que todos los que profesan la religión católica, sean más humanos y hermanos, para que se vean más como verdaderos hijos de Dios, mediante la penitencia y la mortificación.
De la Cruz Martínez consideró que es necesario recordar que con la imposición de la ceniza, inicia un periodo que recuerda lo condición de fragilidad del ser humano, sobre todo cuando se reconoce que venimos del polvo y que al polvo hemos de volver.
“La Cuaresma es un tiempo de oración, un tiempo de guardar silencio y elevar el espíritu”, afirmó.
El prelado aclaró que lo mejor de este tiempo es lograr que los hombres y mujeres vivan en oración y libres de todo pecado, pues la cuaresma se caracteriza por vivir un ayuno para romper las cadenas de la injusticia y la opresión.
“Ante todo lo que Dios quiere es compartir el pan con el hambriento. Esos son los caminos que la iglesia nos exhorta a vivir para vivir auténticamente la cuaresma y ante todo es el ayuno de la irresponsabilidad, del individualismo”, aseguró.
 

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