Los fieles católicos de Capital acudieron con toda fe y devoción en la imposición de la ceniza, acto religioso con el cual se recuerda que la vida en la tierra es pasajera y que con el Miércoles de Ceniza inicia la cuaresma, periodo de 40 días el cual la iglesia llama a la conversión del corazón.
Los templos, iglesias y algunas capillas de la ciudad se vieron llenas de fieles católicos desde temprana hora, lo mismo chicos y grades, todos participaron en este ceremonial, que es un tiempo de oración, penitencia y ayuno, para pasar del pecado a la gracia y de la ‘muerte a la vida’.
El acto de imposición de la ceniza, hasta hace unos años era una atribución exclusiva de sacerdotes, sólo que al paso del tiempo se ha permitido la participación de los fieles, quienes bajo la condición de “díacos”, también realizan este acto cargado de un simbolismo y religiosidad.
“Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás” o bien “Arrepiéntete y creé en el Evangelio”, son los términos que se utilizan para imponer la ceniza, como una forma de recordar que algún día hemos de morir y que nuestro cuerpo se va a convertir en polvo.
Fue en el ya lejano año del 384, que la Iglesia Romana dio sentido penitencial a esta celebración, tradición que se ha preservado hasta nuestros días como un medio de penitencia y conversión.
Las cenizas que se utilizan para poner en la frente de los fieles, la imagen de la cruz, se obtienen de las palmas benditas usadas el Domingo de Ramos, del año anterior y recuerda que lo que fue un signo de gloria, pronto se reduce a nada.
Tanto el Miércoles de Ceniza, como el Viernes Santo son días de ayuno y abstinencia para la iglesia católica, por lo que están obligados a llevarla a cabo desde quienes tienen 14 hasta los 59 años.
Reciben fieles con fervor la ceniza
Cientos de fieles católicos acudieron a los templos de la Capital a recibir la ceniza como símbolo de inicio de la Cuaresma.