La inauguración del Paseo de la Paz pareció revivir uno de los acontecimientos más importantes en Guanajuato que se suscitó el 27 de octubre de 1903.
Ese día fue de gran júbilo para el pueblo guanajuatense, ante la presencia del presidente de México Porfirio Díaz se develó el Monumento a la Paz, obra del escultor Jesús F. Contreras, que fue un encargo del mandatario presidencial.
La obra llegó a la cañada al parecer en 1897, anterior a este se encontraba la Fuente de la Plaza del Baratillo que fue inaugurada el 2 de junio de 1852,  y por la cual brotó por primera vez agua de la Presa de la Olla para abastecimiento de la población.
El 21 de enero de 1886 se quitó de la Plaza Mayor (conocida antes del Monumento a la Paz) y fue trasladada  a la Plaza de San Diego, hasta que finalmente fue instalada el 4 de octubre de 1893 en la Plazuela del Baratillo donde permanece hasta hoy en día.
En cuanto al Monumento a la Paz comenzó a esculpirla Contreras en 1895. La obra es una alegoría a la Paz, y simboliza el fin de la lucha por la Independencia de México que comenzó en la madrugada del 15 de septiembre de 1810. La primera batalla fue el 28 de septiembre con la toma de la Alhóndiga de Granaditas.
Se dice que la obra está inspirada en la obra de escultor francés Aimé-Jules Dalou (1838-1902), titulada “El triunfo de la República”, que se encuentra en la Plaza de la Nación, ubicada entre el Distrito XI y XII de París, Francia.
La escultura en bronce es una mujer laureada con un seno descubierto y en sus manos sostiene ramos de laureles que simboliza el triunfo o victoria. También hay un niño con un delantal que refiere a la industria. Hay otro pequeño laureado que sostiene el libro de la sabiduría. Más abajo, entre una pequeña columna de mármol está sentado un abatido Marte, dios romano de la guerra. Hay también una espada rota y un cañón.

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