Hierbas, plantas e incluso árboles que crecen en fachadas de edificios del centro de la ciudad, han dañado poco a poco la arquitectura del patrimonio histórico de la capital.
Las ramas mejor conocidas como tronadoras, son las que más afectan las estructuras de los edificios históricos, ya que suelen crecer en espacios como templos, los muros de la calle Subterránea e infinidad de casas antiguas.
El problema crece
En la calle Padre Belaunzarán, las que antes eran simples ramas se han convertido en árboles, cuyos troncos sobresalen entre los muros, como el que está ubicado a la altura del estacionamiento de San Pedro.
En esta vialidad también se observan algunos garambullos, sobre los arcos de piedra, que cruzan de un lado a otro la calle.
A la salida del túnel del Barretero, casi con El Cambio, se observa como infinidad de plantas han tapado ya el muro.
Algunas hierbas salen de entre muros de roca, otras plantas se observa que tienen sus raíces incrustadas en las casas particulares.
 

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