Habitantes de Santa Rosa de Lima conmemoran 83 años de la batalla entre los indios tejocoteros y soldados españoles, al menos 200 personas participaron en la representación.
La historia
Los orígenes del tradicional evento datan del año de 1864 cuando el emperador de México, Maximiliano de Hambsburgo, cruzaba por estas tierras, donde la minería era la actividad económica más importante en Guanajuato.
Como cada año, habitantes de Santa Rosa se reúnen para llevar a cabo la tradicional representación que marcó la lucha de Independencia por México, entre un grupo de indios contra soldados españoles.
Entre gritos de “vivan los indios tejocoteros y mueran los gachupines”, cientos de espectadores se reunieron para apreciar el evento, el cual ha mantenido por décadas.
Esta tradición ha persistido por generaciones, según relata Julio César Ramírez, miembro del comité organizador, fue en el año de 1934 cuando los habitantes de Santa Rosa retomaron de nueva cuenta la tradición, fascinados por la historia que le dio gran parte de la identidad a México.
La idea principal de esta tradición es revivir la toma de la Alhóndiga de Granaditas, conmemorando a Juan José de los Reyes Martínez, mejor conocido como El Pípila, quien prendió fuego a la puerta principal del ahora recinto histórico, también recordando a la valerosa mujer que acompañó a esté héroe de la historia de México, Juana Gavina.
Al finalizar el evento, los participantes y asistentes guardaron un minuto de silencio por las personas que dieron pie a esta tradición, entre los memorables destacaron: Don Tomás Ulloa, Cruz Palacios y Cirilo Mireles.
Del mismo modo, al tono del Himno Nacional rindieron honores a las víctimas de las tragedias naturales que golpearon varias entidades del País, con el puño alzado y el Grito “ México siempre estará siempre de pie”.
Asimismo, homenajearon a dos grandes representantes del tradicional evento, la señora Elvira Villalpando y Simón García de origen norteamericano y quienes participaron por 22 años en esta representación.