Tres estudiantes de la Universidad de Guanajuato denunciaron que fueron víctimas de robo, pero al pedir ayuda a elementos de Policía Municipal, al igual que a Emergencias 911, supuestamente las ignoraron, juzgándolas de haber dado una fiesta y que algún invitado tomó las cosas.

Una de las afectadas declaró que, a pesar de haber visto al ladrón en el interior del domicilio, ubicado en la calle Positos, y de que una de ellas lo siguiera al escapar y dio parte en ese momento vía telefónica al radio operador del 911, no se actuó en apoyo.

Explican las estudiantes que, el sábado por la noche salieron del domicilio de dos pisos, y al regresar la noche del domingo, observaron que todas las cosas estaban movidas y faltaba una computadora portátil, con valor de 15 mil pesos.

Revisaron todo el inmueble, chapas de puertas y ventanas, pero ninguna estaba dañada, por lo que les pareció muy extraño.

Al preguntar a vecinos, éstos mencionaron que también habían sido víctimas de robo y suponen que el ladrón entró por una ventana, por la azotea de otra casa.

Al ya no poder hacer nada, las jóvenes decidieron no realizar denuncia ante el MP. Sin embargo, al día siguiente (ayer lunes), alrededor de las 9:20 de la mañana, cuando estaban a punto de irse a la escuela, observaron la puerta de la azotea abierta, por lo que una de ellas subió para cerrarla.

Cuando bajaba, vio al presunto ladrón salir de un cuarto, por lo que todas comenzaron a gritar pidiendo ayuda y el hombre  huyó por la puerta principal, escapando sobre la calle Positos.

Una afectada lo siguió y al mismo tiempo llamo al número de Emergencia de la Policía para pedir ayuda, pero al parecer su reporte fue considerado broma e ignorado.

La otra estudiante buscó a un policía en la calle, y cuando le contó lo sucedido, éste tampoco intentó detener al ladrón.

“Le dije al policía que me ayudara; que mi amiga iba tras el ladrón, pero él sólo me contestó que consideraba que la fiesta se había salido de control la noche anterior; y que, a lo mejor, el hombre que salió era un invitado, que se había quedado dormido por la peda (sic). Yo dije que no, que ya iban dos robos”, mencionó la joven.

Los elementos, para tomar evidencias, finalmente decidieron ir a verificar el reporte, pero supuestamente insistieron en que se trataba de un abuso de confianza y no de un robo.

“Cuando llegamos a la casa, le enseñé todo lo que habían movido y cómo estaba el regadero(sic); el elemento tomó unas fotos, las mandó por WhatsApp junto con un audio y fue todo. Me dijo que no se podía hacer nada, que la culpa la teníamos nosotras por hacer fiestas. ¡Pero nunca las hicimos! Siguió con su camino e ignoraron completamente todo. Se supone que deberían de haber actuado, tratado de seguir al ladrón para detenerlo; pero nada hicieron”, expresó la otra joven.

Las mujeres tienen temor de que regrese el ladrón, y mucho más, al saber que la Policía Municipal no las apoyó y que fueron ignoradas por las autoridades responsables de la seguridad en el municipio.

Incluso, ante el desarrollo de los hechos, sospechan que los elementos podrían estar coludidos con el ladrón, por lo que, ahora sí, levantaron una denuncia ante el Ministerio Publico, asentada en la carpeta de investigación número 108621.

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