Familiares, amigos, exalumnos y estudiantes del Instituto Ignacio Montes de Oca (Iimo) dieron el último adiós al padre Rafael Ramírez Díaz, quien tendrá su última morada en la que por muchos años fue su casa, el templo de Valenciana.
El padre Rodríguez, oriundo de Puruándiro, Michoacán, falleció el pasado sábado a los 96 años de edad y tras una trayectoria de 67 años dedicados al sacerdocio y a la educación de jóvenes, tras fundar el Iimo, en 1955.
La misa de cuerpo presente se llevó a cabo en el templo de San Cayetano (Valenciana), donde el sacerdote ejerció por tantos años; el Vicario General de Guanajuato, Juan Rodríguez Alba, fue el encargado de decir el Evangelio.
Acuden a despedirlo
El templo lució abarrotado, entre familiares, amigos e integrantes de las más de 50 generaciones que conforman el legado estudiantil que dejó el padre Rafael, muchos de ellos profesionistas destacados.
Al final, y cumpliendo su deseo, el padre Ramírez fue sepultado en uno de los jardines del templo de Valenciana, donde le dieron el último adiós con un fuerte aplauso, globos blancos y la liberación de un paloma blanca.
Algunos exestudiantes lo recordaron como un hombre bueno, pero enérgico, en el que se podía confiar y siempre tenía un consejo que dar.