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iginario de Guasave, Sinaloa, Aldo Quiñónez Borboa dirige el Convoy Humanitario México buscando apoyos para brindar una mejor calidad de vida a la gente del sur del país.
Aldo Quiñónez actualmente vive en la Ciudad de México, aunque siente un cariño especial por Guanajuato, capital, ya que parte de su familia vive en cuevano.
“Padiushi biche” (“saludos hermano”, dialecto zapoteco) es como se presenta Aldo Quiñónez, quien ha aprendido la esencia de algunas lenguas del sur del país gracias a sus constantes viajes a esa zona de la República para realizar labores altruistas.
Inicia su labor
Una camiseta roja con la leyenda “Convoy Humanitario México”, una mascada roja con líneas blancas alrededor de su cuello, barba cerrada y un cabello ‘plateado’ son parte de la personalidad de Aldo.
En su estancia por Guanajuato, visitó la redacción de am Express para platicar a los capitalinos cómo nació su pasión por servir, una labor altruista que inició hace más de una década.
Y es que su pasión por las causas humanitarias surgió en 2005, cuando por razones del destino se encontraba laborando en la Ciudad de México y en ese tiempo habían pasado varios huracanes como Emiliy y Wilma, el más grande registrado.
Aldo Quiñónez recuerda que Wilma se dirigía a Playa del Carmen, en donde laboró por un tiempo y dejó varios amigos, situación que lo motivó, junto a otro compañero, a organizar un acopio y llevarlo ellos mismos, por varios hechos que se habían escuchado, tales como el desvío de los apoyos que daba la sociedad.
“Decidimos juntar un poco de apoyo, bajo la consigna de que nosotros mismos lo íbamos a entregar. Al final nos quedamos cortos, teníamos la idea de llenar una camioneta de redilas, pero la sorpresa fue que se propagó la idea y al final se recolectaron 80 toneladas, nosotros comprobamos mediante un documental la entrega, porque también soy cineasta”, comentó.
Desde entonces, Aldo siguió apoyando a las poblaciones del sur, algo que se facilita al ser guía en el mundo maya, así se ha ido vinculando con proyectos de apoyo social dirigidos a comunidades rurales e indígenas.
En el sismo
Fue durante el pasado sismo del 19 de septiembre, cuando le tocó vivir un estado de emergencia al ver caer edificios y posteriormente remover escombros, que se unió a una red de brigadas de apoyos, “esto me animó a echar a andar este proyecto de convoy por México, vinculado especialmente para Oaxaca y Chiapas.
“El convoy se trataba de hacer un acopio lo más grande posible, con víveres y medicinas, de despensas, material de construcción y distribuirlo y construir refugios.
“La situación que me encontré no era la que esperaba, sí sabía que iba a una zona de desastre, pero lo que me encontré, algo que no tengo palabras, fueron comunidades que en un 85 por ciento se destruyeron las viviendas”, recordó Aldo.
Centro ecológico comunitario
Ahora la prioridad de Aldo Quiñónez es ayudar a la reconstrucción de estas viviendas, apoyar a las familias, quienes actualmente viven en las calles.
Para mejorar su calidad de vida se está creando un centro ecológico comunitario, en el cual se busca hacer una escuela con un invernadero.
“Aquí vamos a impartir cursos de permacultura y bioconstrucción, el primero es un sistema de diseño agrícola y social, político y económico para el cuidado de un ecosistema. Donde se pueden obtener resultados en poco tiempo para cubrir necesidades de nutrición.
“En la parte de bioconstrucción ecológica o arquitectura de emergencia se estarán realizando viviendas de bajo costo y bajo impacto.
“Se estarán utilizando reciclados, además se enseñará a construir muros de paja-arcilla, los cuales soportan temblores, al agua y a vientos huracanados”, comentó Aldo, quien contempla abrir el primer centro en el Espinal Oaxaca, en diciembre.