Apesar de las carencias económicas y de equipo, la Cruz Roja delegación Guanajuato se ha mantenido en pie para continuar prestando sus servicios a los capitalinos por 70 años, por ello celebraron una misa en la Basílica Colegiata de Nuestra Señora de Guanajuato, para conmemorar su aniversario.

Al finalizar la ceremonia religiosa, autoridades y personal de la institución se reunieron en el auditorio de la Facultad de Minas de la Universidad de Guanajuato para entregar un notable reconocimiento a quienes por años han dedicado su tiempo para salvar vidas.

La Cruz Roja abrió sus puertas por primera vez en la Capital en 1947, para brindar servicios de salud en la ciudad, luego de que la única unidad medica que se encontraba en la ciudad, era el Hospital, que en aquel tiempo se ubicaba en la calle Pardo.

El esfuerzo de paramédicos, voluntarios y médicos que por años han prestado su servicio para esta honrable institución ha dejado marca en la historia de la Cruz Roja.

Una historia de servicio
Tal es el caso de don Javier Morales, quien por más de 25 años prestó sus servicios como Socorrista, fue el impulsor de la instalación de la primera escuela de Alta Montaña, además de haber logrado cuatro lugares a nivel nacional como instructor en esta actividad así mismo primer lugar a nivel estatal.

Entre lágrimas por los recuerdos que representan para él, el haber formando parte de Cruz Roja, pues dijo que su ganas por formar parte de la institución y salvar una vida apareció cuando apenas tenia 6 años de edad, al ver a su abuelo y padre hacer la misma labor.

A pesar de las carencias por las que ha atravesado la Cruz Roja en estos 70 años, no ha sido impedimento para actuar, cuando se trata de salvar una vida, como lo relató Adrián Ramírez Estrada, quien durante el terremoto 1985 acudió como socorrista a la Ciudad de México para ayudar a salvar vidas entre los escombros de edificios que colapsaron.

Aunque estos héroes anónimos han dejado de ser voluntarios en la Cruz Roja, aún siguen formando parte de la historia y de los recuerdos que quedarán marcados en la semblanza de la institución, dejando un aprendizaje para las futuras generaciones que sólo por amor a la vida decidieron formar parte de esta honorable institución, buscando los medios para acceder a recurso y poder seguir manteniendo en pie la institución que sobrevive de las donaciones que realiza la comunidad. 

Como lo relata Don Ignacio de Jesús Rodríguez Ríos, quien en 1972 se unió a la Cruz Roja cuando la institución se encontraba en plenas carencias, pues apenas sobrevivan con escasos recursos. 

La presencia de la mujer en esta noble causa no puede faltar, como es el caso de Bijou González González, pues dijo que su mayor gratificación durante los 6 años como paramédico, es la gratitud de las personas, resaltó que una de las limitantes para poder ofrecer un servicio es la falta de tiempo en llegar al sitio en el que están los lesionados, pues dijo que en Guanajuato no hay un cultura vial para ceder el paso a la unidades de servicio.

Actualmente la Cruz Roja está por abrir una nueva unidad en la zona sur, en la comunidad de Campo Solano, debido al incremento poblacional en está zona, la cual se espera esté lista el próximo año.

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