La parte trasera del inmueble histórico del Colegio Juárez, fue destruido debido a que las bardas laterales estaban a punto de colapsar, a causa de la falta de mantenimiento que se le dio al inmueble, poniendo en riesgo la seguridad de las personas que transitan por el lugar; este edificio fue catalogado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Según versiones del personal que trabaja en el estacionamiento a un lado del edificio, las paredes laterales ya estaban bastante dañadas, ya que una parte lateral del inmueble estaba colapsando debido al material de construcción que se utilizó, el cual gran parte del edificio está construido con piezas de adobe.

Aunque el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la dirección de Protección Civil, inspeccionaron el inmueble para valorar el muro y proceder a retirarlo para evitar algún incidente mayor.

La barda ponía en riego la integridad de las personas que ocupan el estacionamiento, así como al Instituto Mexicano del Seguro Social, ya que la parte trasera del edificio colinda con la clínica.

Debido a la falta de mantenimiento, el edificio de más de 100 años se encuentra bastante deteriorado lo que representa un riesgo para los habitantes que transitan por la calle, así como las personas que aún ocupan parte del inmueble ya que en el lugar se celebran misas cristianas.

La parte frontal del edifico también ya está cayendo, sin embargo debido a que es un inmueble catalogado por el INAH, el tiempo para valorar el inmueble en conjunto con protección civil es tardado, sin embargo el riesgo de que colapse el edifico está latente.

El inmublese está en total abandono, alguna parte de la construcción ya se encuentran bastante dañadas, como la cornisa que poco a poco se va desprendiendo, los ventanales y vidrios también se encuentran rotos.

 

El edificio, de al menos 20 metros de altura, fue construido en el año de 1907 por parte de una compañía Norteamericana perteneciente a una Asociación de religión protestante, por más de 20 años se impartió educación militarizada y posteriormente fue una institución par impartir principios de educación liberales a la sociedad guanajuatense.

Al respecto el Cronista de la Ciudad, Eduardo Vidaurri Aréchiga, comentó que el retiro del edificio causará un impacto para la historia y patrimonio de Guanajuato, sin embargo recalcó que la integridad de las personas debe prevalecer.

“Es una cuestión que se debe de revisar, naturalmente es una pérdida que tendremos que documentar si realmente afectará a la parte patrimonial en materia de edificios. (…). Tuvo que meterse una solicitud por el INAH para un reuso o para una restauración, dependiendo de las condiciones en las que se encuentre el edificio”, enfatizó Vidaurri Aréchiga.

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