La carretera que conecta el centro de Guanajuato con las comunidades de el Cubo, El Cedro y Calderones, es un peligro latente para los habitantes que tienen que pasar por esa zona, pues comentan que cada temporada de lluvia se desbordan las rocas poniendo en riesgo a automovilistas y transportistas.
Esta carretera es extremadamente angosta sin embargo cuenta con dos carriles que conectan al centro de Guanajuato con las comunidades, pero sólo alrededor de 20 metros de la carretera está pavimentada, y al rededor de 5 kilómetros sólo es terresaría.
Las malas condiciones de la carretera y el exceso de velocidad han provocado fatales accidentes automovilísticos que han terminado en muerte, ya que por lo angosto de la vialidad los vehículos terminan desarrancándose.
Aunque hay barras de contención colocadas a la orilla de la carretera, éstas no son suficientes para evitar fatales accidentes, ya que durante la temporada de lluvias el nivel de tierra que desdorada de los cerros ocasiona que la tierra en la carretera vaya teniendo mayor altura.
“La carretera es muy peligrosa, porque cuando llueve se desgaja el cerro, por ellos a veces no podemos bajar y no queremos bajar a Guanajuato”, comentó María González, de la comunidad de Calderones.
Para llegar a las tres comunidades que se encuentran dentrás de los cerros, debe ser transbordado un camión que pasa cada hora debido a la distancia que tiene que recorrer y en ocasiones los autobuses van saturados de pasaje, lo que pone en riesgo que puedan sufrir un accidente al pasar por la zona de peligro.
Aunque se ha sugerido que la carretera sea empedrada, esta no ha sido habilitada debido a la zona geográfica en la que se encuentra, además de la falta de alumbrado público es otro factor que se suma al número de accidentes que han ocurrido en el lugar.