La diputada priísta, Luz Elena Govea López, presentó una iniciativa de reforma a la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia para el Estado, para que se incluya el concepto de acoso callejero dentro de los tipo de violencia que existen en contra de las mujeres en mujeres. 

“Tenemos un nuevo reto, distinguir el acoso del que son objeto mujeres de todas las edades en las calles, para construir la definición legal de este tipo de abusos, que inician con palabras desagradables e incómodas y que en ocasiones son la puerta que basta cruzar para llegar a la violencia o a la agresión sexual”, señaló al presentar la propuesta ante el Pleno del Congreso local. 

Aseguró que con el afán de probar su masculinidad, los acosadores con frecuencia quieren pasar de los piropos a conductas indeseables que perturban a las mujeres o les provocan desagrado o temor.

Aseguró que de forma constante, las mujeres suelen ser víctimas de actos de acoso en los medios de transporte, en los centros laborales, en las escuelas y en la calle, donde se ha llegado a extremos de intimidar o consumar violaciones sexuales, pasando por frases, gestos, tocamientos, exhibicionismo o manifestaciones de carácter sexual.

“El acoso como forma de violencia que se generaliza cada vez más en las sociedades ha sido hasta ahora poco atacado y nada prevenido por el Estado. Sin embargo, es a este ente, a quien corresponde sancionarlo por constituir un obstáculo para el pleno ejercicio de derechos y de libertades, principalmente de las mujeres y de las niñas”, mencionó.

La legisladora recordó que la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia define en su artículo 6, los tipos de violencia contra las mujeres y las clasifica en cinco tipos: violencia psicológica, física, patrimonial, económica y sexual.

Señaló que esta ley contempla además otros tipos de violencia que generalmente tiene como víctimas a las mujeres: violencia intrafamiliar, laboral, docente, institucional, de feminicida y en la comunidad, que de aprobarse la reforma quedaría como acoso callejero. 

“El acoso callejero genera vulnerabilidad y se inscribe en los estereotipos de género y de discriminación hacia las mujeres, quienes resultan doblemente victimizadas, cuando son consideradas culpables por la forma en que visten o se comportan”. 

La diputada priísta consideró que las mujeres son merecedoras de respeto y que por lo tanto el acoso en espacios públicos es un problema que se debe erradicar mediante las modificaciones del marco normativo, entre otras medidas dirigidas a la prevención, atención y erradicación de la violencia de género.

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