El dirigente estatal del PRI Santiago García López calificó de “perverso” al alcalde Édgar Castro Cerrillo, porque con su impugnación y la colocación de familiares y colaboradores en distintos partidos, busca debilitar a la candidata del PRI, Ruth Esperanza Lugo Martínez.
El dirigente estatal ofreció una rueda de prensa en la cual recordó que para ser candidato a un puesto de elección popular se requiere estar al corriente en el pago de las cuotas al partido algo que Édgar Castro no ha hecho desde que llegó a la Presidencia Municipal.
Y cuestionó el porque desde que inició el proceso de selección del candidato, el edil en tres momentos distintos del proceso nunca se inconformó.
“El compañero de referencia no participó en los procesos internos del partido. El partido tiene procesos internos y comienza en el momento en que se publica una convocatoria”.
“La convocatoria establece los tiempos y las formas, para poder participar en ella para el cargo de elección popular al que se está convocando”, comentó Santiago García.
El dirigente estatal destacó que tampoco impugnó cuando se definió el género, para la candidatura de la Presidencia Municipal de Guanajuato.
Santiago García apuntó que cuando hay una confrontación para garantizar la cuota de género que exige el Código de Instituciones y Procedimientos Electorales para el Estado de Guanajuato, hay preeminencia de la mujer, sobre el derecho de elección consecutiva.
Santiago García señaló que está utilizando un presunto derecho de mala fe, para pervertir el proceso, en perjuicio del partido y su candidata.
“Hay perversidad en su actuación, porque ya tiene a su esposa (Ana Bertha Melo González) como candidata a regidora por el partido Verde, a su hermana (María Elena Castro Cerrillo ) como candidata a primer síndico del abanderado del PAN y lo más absurdo a una ex colaboradora muy cercana a él (Paloma Robles Lacayo) como candidata del PRD. Esa es una actitud perversa de parte de él para poder desfundar la elección en Guanajuato”, comentó.
El dirigente estatal insistió que resulta incongruente exigir un derecho, cuando no se cumple con una obligación, como es la de pagar las cuotas del 5 por ciento de su salario al partido, cosa que no ha hecho ni en el comité directivo municipal, ni en el estatal.