Con una serie de readecuaciones realizadas en el interior del Museo de las Momias, los visitantes se llevan una grata visita de regreso a casa.
Además de la sorpresa, el temor o el desconcierto que provoca la rigidez de los cuerpos o las expresiones en el rostro, las nuevas vitrinas y la iluminación tenue refuerzan el ambiente de misterio y dejan un grato sabor de boca en cada uno de los más de 130 mil visitantes que se esperan durante este largo período vacacional.
Cristina Degollado, originaria de Guadalajara, Jalisco, señaló que vivió una experiencia maravillosa en el Museo de las Momias.
“Guanajuato es una ciudad mágica que atrapa a cualquiera con su encanto”, comentó la visitante tapatía.
“Estoy gratamente sorprendida por el nivel de conservación de todos los cuerpos y las mejoras que se han hecho recientemente, porque yo lo había visitado hace más de 20 años y ahora es otra cosa”, agregó.
Alejandra, una turista proveniente de Polonia, expuso que el Museo de las Momias le pareció sumamente interesante, pues invita a reflexionar sobre la vida misma.
“Me gustó mucho el museo, pero Guanajuato es muy frío”, señaló la polaca, quien se sintió fuertemente atraída por la momia más pequeña de las 57 que actualmente se exhiben en este recinto de culto a la muerte. “Yo sí recomiendo que vengan a Guanajuato, es una ciudad muy bonita y creo que es la mejor de México, me gusta muchísimo”, expresó.