Investigadores guanajuatenses hablaron de sus proyectos y cómo aterrizaron la ciencia para la vida cotidiana.
En común, comparten la perseverancia, creatividad y trabajo como una definición de la investigación en sus vidas.
Diseña biodigestor
Originario de Valle de Santiago, antes de ser Doctor en Ingeniería, Santiago Gutiérrez Vargas vendía refrescos en el mercado, junto con su abuela.
La inquietud del académico por la ciencia surgió como una manera de financiar sus estudios en la Universidad de Guanajuato.
“No era buen estudiante”, reconoció el investigador. “No soy el típico alumno de diez, cumplía con ir a la escuela y no darle lata a mis padres”.
En el último año de la licenciatura, Gutiérrez Vargas comenzó con un desarrollo de tesis de energías renovables, de ahí surgió el primer biodigestor desarrollado en Guanajuato.
Esta iniciativa se convirtió en modelo de negocio para el investigador; actualmente está en funcionamiento como Gas Verde, en esta compañía colaboran 10 personas, los biodigestores los manufactura en Irapuato.
Identifica necesidad
La familia del investigador es de agricultores, su abuela cocinaba con leña, lo que le generó problemas respiratorios.
Parte de su inquietud por el biodigestor surge de esta necesidad, que las señoras del sector rural modifiquen la forma de cocinar usando biogás.
“Hacer que la ciencia esté en la vida real, no los problemas que se crean en el laboratorio” considera el profesor su mayor aprendizaje. En su haber Gutiérrez Vargas tiene diez títulos de propiedad.
Es una de las primeras patentes que tiene la Universidad de Guanajuato, por biodigestores”, detalló.
Se emplea como inventor
Al ser investigador independiente, Gutiérrez Vargas se asoció el año pasado con una compañía instalada en Silao, a la que le desarrolló biodigestores para la ciudad.
La compañía elabora tubos de plástico, con el residuo que queda durante el proceso de fabricación diseño un nuevo prototipo que actualmente ya está en el mercado, para comercializar en este caso en particular lo contrataron como inventor.
¿Cómo funciona?
El biodigestor es una bolsa de plástico en la que se mezcla estiércol de vaca con otros elementos para lograr una fermentación que genera gas.
Esta reacción química permite que el usuario pueda sustituir la compra de gas, por el uso de los gases del biodigestor.
La capacidad de la bolsa es de 10 mil litros (una pipa), este desarrollo ayuda a solucionar problemas respiratorios en el uso de leña para cocinar, y mitiga el uso de la leña y permite aprovechar los residuos para huertos.
El biodigestor se llena en 30 días, una vez implementado un tanque de 30 kilos les dura un año, “el mejor resultado es cuando la familia es independiente del gas”, destacó el investigador.
Este joven de 34 años es Ingeniero Mecánico, Maestro de Ingeniería Mecánica, Doctor en Ingeniería Química y cuenta con una segunda maestría en Gestión de Innovación Tecnológica, todas ellas por la Universidad de Guanajuato.
Retoma invento tras tres décadas
Cuando tenía 16 años Rodolfo Martínez Valdivia tuvo su primera idea de invención. Hacer una bicicleta sin rayos, (el nombre correcto son radios).
“Me tardé mucho, por miedo a la burla se quedó 30 años pendiente”, explicó el Ingeniero Industrial egresado del Instituto Tecnológico de León. El profesor cuenta con una Maestría en Ingeniería Industrial y Manufactura.
La aspiración de este investigador de 47 años es tener una fábrica de inventos, como Thomas Alva Edison, “es un referente para mí”, detalló.
La bicicleta como medio de transporte me significó mucho, en bicicleta conocí ciudad, la sensación de independencia sin estar atado a una ruta”.
Este gusto fue lo que lo animó a retomar su idea y llevarla a cabo.
Monta taller de inventos
El profesor Martínez Valdivia cuenta con una patente, llamada vehículo de ruedas orbitales; es decir, la llanta no tiene nada en el centro y está hueca (sin rayos).
Fue hasta después de casarse y tener una casa propia que montó su taller, “necesitaba crecimiento profesional y conocimientos para desarrollar una fábrica de inventos” explicó el investigador.
A la fecha ha desarrollado cuatro bicicletas, que son para alta de velocidad de 60 a 90 kilómetros por hora.
Otros inventos
Calentador híbrido solar y eléctrico, que funciona y lo tiene instalado en su casa. El académico dijo que es usuario de sus ideas, pero no han logrado llegar impactar económicamente.
De momento está trabajando en un nuevo diseño de telescopio, que se acerca en costo y sofisticación a los telescopios astronómicos más caros que se han desarrollado.
Cortador de máquina variable; es decir, puede crecer, una broca que puede expandir su diámetro mediante un mecanismo.
Modificó una prótesis para que una persona que tiene una amputación de mano hasta la muñeca, pueda continuar bateando y soltar el bat al momento de jugar béisbol sin romper la prótesis.
Resolvimos el problema de una persona; no se equipara con el reconocimiento económico, el reconocimiento lo recibo de mi familia, no solo a la remuneración económica, sino para el beneficio de las personas”.