José María Noriega Peña, que durante más de 50 años se dedicó a la industria del curtido, falleció ayer.
Nacido en Jalisco, cuando era niño vino a vivir a León, donde se vio atraído por el negocio de las pieles desde muy joven.
En 1965 tuvo su primera tenería, a la que sumó varias otras con los años; luego las concentró en Corporación Nacional Curtidora, según informes del portal de la propia compañía.
BONDADOSO Y DISCIPLINADO
José María Noriega Peña fue un ejemplo de entrega, generoso, bondadoso, recio, disciplinado, un gran emprendedor que daba todo por el prójimo y por su familia, declaró su hija Lucy.
Un hombre fuera de serie. Su sonrisa siempre ilumina a quien lo mira, siempre con la vista más allá, siempre fiel a su familia, a sus valores, ideales y tradición. Una persona sencilla, de buen comer con un tequilita. Siempre un gran anfitrión. Siempre dando la mano sin importar su estatus o generación”, recordó su hijo.
Pepe o Chema, como lo conocían sus amigos, falleció el pasado viernes a las 8:30 de la mañana en León, rodeado sus seres queridos. (Con información de José Trinidad Méndez)