Apaseo el Grande.- Mientras empresarios y funcionarios festejaban la llegada de Toyota a Apaseo el Grande, Christopher Reynolds, vicepresidente de administración y manufactura de Norteamérica, recordaba a la familia de mexicanos que lo albergó junto a su esposa tras el huracán Gilberto y le enseñaron el corazón y el alma del pueblo mexicano. Por eso, dijo, la empresa japonesa está en Guanajuato.
Reynolds contó que cuando se casó, vino con su esposa a Cancún de luna de miel en septiembre de 1988, fecha en que el huracán Gilberto destruyó la zona.
Fuimos evacuados del hotel y llevados a un albergue donde dormimos en catres cubiertos de agua durante dos o cuatro días. Sin embargo, se acercaron un hombre y una mujer, nosotros no hablábamos español y ellos no hablaban inglés pero nos hicieron entender que nos abrían su hogar, que nos podíamos quedar con ellos durante las siguientes dos noches, nos iban a alimentar y a dar alojamiento, ellos no nos conocían, nosotros no los conocíamos, pero nos mostraron el corazón y el alma del pueblo mexicano, la generosidad y el entendimiento”
Ahí se convenció de que “el tesoro más grande de México no es su tecnología, sino es su gente, su pueblo”.
Los políticos como el gobernador Diego Sinuhe Rodríguez, Ernesto Acevedo Fernández, subsecretario de Economía de Industria y Comercio del gobierno federal y el alcalde de Apaseo el Grande, exaltaron las ventajas competitivas y bondades de México, Guanajuato y Apaseo el Grande.
Empresarios locales recordaban con orgullo su colaboración e impulso para lograr traer una armadora más a la región.
Los otros dos altos directivos de Toyota que hablaron en el evento resaltaron también el valor de la mano de obra guanajuatense, tanto Mike Bafán, presidente de Toyota de México, como Juan Francisco García López, presidente Toyota Motor Manufacturing de Guanajuato, quien por cierto fue el más ovacionado por el personal de la planta, se dijeron sorprendidos por lo que encontraron en esta región del país, pero fue Reynolds el más efusivo.
Christopher no escatimó en elogios y hasta pidió a los socios de la planta que se aplaudieran a ellos mismos.
Estamos en la cuna de la Independencia de México y la planta más grande y moderna del mundo la pusimos aquí por una razón solamente, me refiero a su gente”
Por eso aseguró fue que en 2015 decidieron invertir y construir la planta de Guanajuato y prometió aún más.
Hace tres semanas anuncié con mucho orgullo una realineación de nuestra estrategia de manufactura para la región de norteamérica y como parte de esos cambios anunciamos que la producción de la Tacoma se concentraría en México y la planta de San Antonio se dedicaría a la producción de Tundra y Sequoia”
¿Qué significa?, que en México se construirán todas las Tacomas, un segmento del mercado norteamericano que dominamos gracias a la calidad que ustedes ponen en cada Tacoma que fabrican”.
Treinta y dos años después de su experiencia en Cancún, parado ante todo el personal de la nueva planta, deseó que la pareja que le abrió su corazón y su hogar estuvieran presentes y decirles que “regresé para devolverles el favor y darles trabajos y oportunidades en Guanajuato, por medio de Toyota”.