León, Guanajuato.- En los últimos cinco años, 57 partos fueron atendidos por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de León (SSPL) en centros comerciales, vía pública y casas de 50 colonias.
Así lo señalaron registros de reportes de emergencia al 911 del Centro de Cómputo, Comando, Comunicaciones y Control (C4).
De los 57 partos, 26 fueron auxiliados por policías, 15 por bomberos, ocho por paramédicos de la Cruz Roja, siete por elementos de Protección Civil y uno por un agente de Tránsito Municipal.
Durante los seis meses de formación, la Academia Metropolitana de Seguridad Pública de León imparte capacitaciones de primeros auxilios, en los que se incluye la asistencia en trabajo de parto.
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Roberto César Ponciano Báez, técnico en urgencias médicas y licenciado en Criminología, es quien imparte estas prácticas a los futuros elementos.
En la atención de un parto, el oficial tiene que hacerle preguntas a la mamá sobre su control prenatal. Además, debe detectar el momento en que se rompe la fuente.
Si el bebé está por nacer, tiene que colocar a la madre boca arriba en posición de parto, reunir toallas o sábanas limpias y despejar el área.
En la fase de expulsión del bebé, el elemento deberá recibir al pequeño en sus manos, limpiarlo y ponerlo boca abajo para que arroje las flemas, no cortar el cordón umbilical y colocar al niño de lado en el pecho de la mamá.
En todo momento debe estar revisando los signos vitales y la respiración tanto de la mamá como del hijo.
“Ver nacer a un nene no tiene comparación”
El embarazo atendido por policías más reciente ocurrió el pasado 12 de febrero, cerca de las 2 de la tarde, en la colonia Rivera de San Bernardo, cuando Ana Lilia, madre de dos niños, comenzó labor de parto, pero las contracciones constantes le impidieron trasladarse al hospital.
Al llamado de auxilio llegó el comandante Erik Hernández Galindo, junto con los policías Francisco Salazar y Julio Álvarez.
Erik, quien tiene conocimientos en medicina prehospitalaria, primeros auxilios y traumatología, comenzó a ayudar a dar a luz a Ana Lilia. Era el tercer parto que atendía en 21 años de servicio.
Ella ya estaba en labor de parto, sólo recibimos al bebé sin necesidad de forzar nada. Aseguramos a los dos revisando las vías aéreas y signos vitales, en este caso la mamá no llevaba un control prenatal, así que no sabíamos nada de ella, estaba muy débil, al parecer tenía anemia y se quería desmayar, así que le estábamos hablando para mantenerla despierta”, platicó el comandante.
Luego del parto, el policía Julio Álvarez cargó al bebé, Erik auxilió a la mamá y Francisco Salazar se comunicó al C4 para monitorear la llegada de la ambulancia.
Este fue el primer parto que atendieron los oficiales Julio y Francisco.
Para mí fue muy complicado, pues tienes en las manos la vida de dos personas, en ese momento tienes los conocimientos que se aplican en práctica con lo que tienes, el comandante nos guiaba, para mí fue una experiencia con una satisfacción total cuando mi familia me felicitó, pero el ver nacer un nene no tiene comparación”, platicó el policía Julio.
Yo llegué primero al lugar y al ver el derrame de líquidos de la mamá sí es impactante porque nunca me había tocado esta parte, afortunadamente mi comandante llegó a la par conmigo. Para mí fue una experiencia muy buena. Al fin de cuentas si me toca otra intervención, podré ayudar”, mencionó el oficial Francisco.
Una experiencia única
El comandante Erik Hernández Galindo contó que el primer parto en el que ayudó fue el de un niño dentro de una casa de la colonia Morelos, mientras que el segundo fue dentro de un taxi, sobre la avenida Pradera, cuando la mamá se dirigía al hospital, pero la fuente se reventó en el camino, por lo que él acudió al auxilio del nacimiento de una niña.
Expresó que cada caso ha sido una experiencia diferente y única. Sin embargo, mencionó que la satisfacción, alegría y emoción de recibir una nueva vida en sus manos han sido las mismas.
H.L.L.