León, Guanajuato.- Luego de que su hermana fuera regalada a los 2 años de edad, un leonés, habitante de una comunidad cercana a la zona de Los Castillos, José de Jesús Martínez Gómez, se pudo reencontrar con ella gracias a Facebook, más de 50 años después.
José de Jesús contó que el último recuerdo que tiene de su hermana, de nombre Margarita, es cuando él tenía aproximadamente seis años y no supo lo que había sido de ella hasta mucho tiempo después. Ahora ella tiene 55 y él 60 años.
En su familia, José de Jesús fue el más grande de 10 hermanos y recuerda que en la época que su mamá regaló a Margarita, vivían con su padrastro, quien fue aprehendido porque robaba ganado.
Mientras su padrastro estaba en la cárcel, su mamá resultó embarazada de su hermana y pese a que tenía visitas conyugales, el padrastro creyó que el bebé era de otro hombre.
Decía que no era su hija, dudó y fue por lo que la regaló”, recordó José de Jesús.
Ante esto, de vivir en un rancho que se llamaba Ibarra, se fueron a otro de nombre Santa Regina.
Mi mamá la regaló a sus padrinos, pero la madrina la trataba muy mal, el padrino más o menos le dio buena vida y así anduvo”.
José de Jesús dijo que ahora que se reencontró con su hermana, ella le contó que la madrina siempre le habló mal de su familia y le prohibió intentar buscar tener contacto con sus hermanos.
Le decía: “tu mamá es animal, cómo se le ocurrió regalarte, no te quieren, qué les ves”, y además la tenía como esclavizada, tenía que hacer lo que le dijera y hasta la amenazaba”, relató.
Después de varios años, el padrino murió y la madrina de Margarita se la llevó a Monterrey, donde la señora también falleció.
Las circunstancias llevaron a Margarita a Zacatecas, donde tuvo a sus hijos y vive actualmente.
La contacta por Facebook
José de Jesús desde hace algunos años tenía la inquietud de encontrarla y fue hasta hace poco más de un mes que, haciendo uso de Facebook y con la ayuda de sobrinas, pudo contactarla.
Cuando di con su perfil me puse nervioso y no podía creerlo, tardé como media hora y no pude escribir un mensaje”, manifestó.
Posteriormente, Margarita les dio un número de teléfono para que le marcara y ahí fue la primera vez que pudo escuchar su voz.
Le marqué, entró la llamada y fue una sorpresa, ella expresaba incredulidad, me hizo preguntas y le di información que nadie podía saber. Yo le dije: sí, ya te busqué y te encontré, ahora quiero verte en vivo y a todo color. Entonces este viernes que pasó fui y me vine hasta este lunes en la mañana”, relató.
José de Jesús se fue en camión hasta Zacatecas y recordó con lágrimas en los ojos la emoción que sentía.
Y ella todo el tiempo estuvo en contacto conmigo, preguntándome por dónde iba, hasta que llegué. Ella me fue diciendo los pueblos por los que iba pasando”, indicó.
Finalmente, llegó a un pueblo llamado Juan Aldama, al noreste de Zacatecas, pero su hermana vive en otro llamado Miguel Auza.
Al pueblo de ella no hay autobús y fue por mí a la central de autobuses, caminé, pero al lado contrario de donde ella venía, hablamos y me dijo que me regresara por la misma calle, le dije cómo iba vestido, pantalón blanco, camisa roja y botas azules; además, prendí la luz del celular para que me identificara, nos teníamos que encontrar.
Como no le había caído el 20, hasta que llegamos a su casa nos dimos un abrazo, sentí mucha alegría, estuvimos platicando y le conté de lo que yo me acordaba, lo que me pasó después de su pérdida”, relató.
Conoce a su familia en Zacatecas
En Zacatecas, José de Jesús pudo conocer a sus sobrinos y pasar un fin de semana inolvidable con su hermana, a quien espera con ansias en Semana Santa, cuando ella vendrá a León.
El leonés agregó que su mamá aún vive y también ha tenido contacto con Margarita, pero que no hay reproches hacia ella.
Me analicé a mí mismo y dije: le puedo reclamar, pero yo tampoco soy un santo, una perita en dulce, no tiene caso. Creo que hay mujeres que dan los hijos por varias cosas que les pasa, algunas porque son hijos no deseados, por ejemplo, por una violación, y otra circunstancia puede ser la situación económica, que no tengan para mantenerlos. Yo no juzgo, solamente ellas saben, a veces también la presión o depresión te orillan”, finalizó.