León.- Detrás de los goggles, mascarillas y batas, una decena de hombres y mujeres sacrifica vida familiar y personal para combatir el Covid-19, la nueva enfermedad que ha puesto en riesgo a países enteros.
“Me está pegando mucho no ver a mis padres, ellos son adultos mayores, con factores de riesgo. Desde que empezamos hace un mes con esto no los he visto por el mismo riesgo de contagio que podría generar”, narró uno de los 10 médicos que son parte de esa “primera línea de batalla”, donde se toman muestras de posibles infectados.
Igual que sus colegas del área de toma de muestras, después de las largas jornadas de trabajo no puede llegar y abrazar inmediatamente a sus seres queridos, tampoco a sus mascotas.
Deben pasar por un proceso de sanitización, no sólo al salir del nuevo Hospital Estatal de Atención Covid-19, sino también al llegar a sus casas, donde tienen áreas específicas para retirar la ropa que usaron y ponerse otra por unos momentos, para ir a bañarse.
Vocación de ayudar
Hace siete años este doctor salió de la universidad, en ese entonces, “fue muy diferente porque el servicio social lo hice en un hospital comunitario, tuve oportunidad de hacer mucha práctica quirúrgica y de urgencias, y en esta área de contacto de primer nivel no se presenta mucho eso”, platicó.
Al comenzar sus estudios de Medicina su deseo era ayudar a las personas, y al iniciar en Epidemiología su objetivo tomó un nuevo cauce, pues ahora tiene oportunidad de “concientizar a la gente, enseñarla, que aprenda a vivir con una enfermedad, a atenderse, eso me ha dado herramientas para seguir apoyando a la gente”.
Ignorancia aumenta el riesgo
Tanto en redes sociales como en su camino al hogar ve escepticismo sobre esta nueva enfermedad, con aglomeraciones por las calles o comentarios que tachan de falsa la emergencia sanitaria actual.
A pesar de la información que se da por noticias, televisión y redes lo toman a juego, como si no fuera realidad, y me duele por el hecho de que todo lo que se nos explica, el riesgo que tenemos y que no queremos que caiga nuestro sistema de salud, lamentablemente la gente creo que no ha tomado su parte como correspondería”, señaló el médico.
Una de sus colegas, hizo sus prácticas en el antiguo Hospital General de León y ahora las circunstancias la trajeron de vuelta a ese mismo inmueble en la calle 20 de Enero, pero con una nueva faceta un tanto imprevista.
Los que estamos aquí, además de elección, es por nuestra área de trabajo, entonces nos toca, pero lo hacemos con gusto”, dijo.
Meses atrás, cuando se informó de esta pandemia surgida en China, sabía que no tardaría tanto en llegar al país.
Ella tiene experiencia previa con situaciones similares, pues ya ejercía la Medicina cuando se presentó la pandemia de influenza H1N1 en 2009.
En la influenza había tratamiento, entonces no les generaba tanto miedo, aquí no hay tratamiento, por eso da más incertidumbre”, consideró.
Ahora la principal pregunta de los pacientes a los que se toma muestra, la principal pregunta es “en cuánto tiempo estará su resultado, y también qué medidas debe tomar, cómo pueden proteger a sus familiares”, narró la doctora.
Hasta llegar a casa es distinto
La llegada a casa ya no es con un abrazo de sus hijos o su esposo, sino también con su ritual de sanitización y otros hábitos que han cambiado desde que forma parte de esta batalla contra un enemigo invisible,
Al súper va una sola persona y nada más, de hecho yo no salgo de mi casa”, narró.
Para despejar su mente, lo ideal es “estar con mis hijos, con mi familia, pasar un rato con ellos, ver una película juntos, o escuchar música”.
Así es vive cada día el personal de salud en el hospital que atiende casos de Covid, sabe que aún falta para el punto más difícil pero en sus casas toman fuerza cada día para afrontar su compromiso.
MCMH