Salamanca, Guanajuato.- Apenas hora y media de labores se requirió para que el Centro Estatal de Cuidados Críticos en Salamanca pudiera recibir al primero de los ocho pacientes de COVID-19 que ha atendido hasta ahora.
Un equipo de 170 enfermeros y médicos participa en esta nueva encomienda.
El antiguo Hospital General de Salamanca era usado como área de terapia intensiva polivalente, pero en 2009 fungió como área especial de tratamiento para pacientes de la pandemia de influenza H1N1, y en 2011 se convirtió en el Centro Estatal de Cuidados Críticos, especializado en atención a personas con quemaduras.
Ahora éste es uno de los hospitales donde se atiende a pacientes infectados por coronavirus; de los ocho que ha atendido hasta ahora, la mitad ya fue dado de alta.
El director de la unidad es Juan Gerardo García Dobarganes, quien desde 2015 labora en estas instalaciones y detalló sobre la atención a pacientes con coronavirus.
Siempre hemos tenido la precaución de tener planes de reconversión de unidad, siguiendo las pautas que se nos dan”, afirmó.
Este plan se tuvo que poner en marcha el pasado 26 de marzo para retirar a nueve pacientes que habían ingresado por quemaduras, “ninguno crítico ni grave, para todos ya se tenía contemplado a qué hospitales se les iba a trasladar”, aseguró.
Además, se tuvieron que establecer guías de ingreso y nuevas ubicaciones de checadores para el personal, “en una hora y 30 minutos esta unidad ya estaba lista y recibiendo a su primer paciente con la enfermedad”, relató el médico.
Actualmente, hay cuatro pacientes en estas instalaciones, pero el centro cuenta con capacidad de hasta 11 y, en caso necesario, se puede hacer una adaptación para albergar hasta 22.
De los cuatro pacientes que ya fueron dados de alta, hubo uno que resultó ser negativo a COVID-19, sin embargo, “si la sintomatología es muy avanzada, no te puedes tomar el riesgo de mandarlo a su casa; si sale negativo, qué bien y se puede ir a casa; y si es positivo, también qué bueno que está aquí, porque ya estás siendo tratado”.
El equipo médico
La atención en la unidad es brindada por 170 elementos divididos en varios grupos, con especialistas en enfermería, terapia intensiva, urgencias, medicina interna y médicos generales con adiestramiento en urgencias.
Cada paciente con estas patologías necesita un número determinado de personal para la atención segura de él y del personal, entonces no puede haber una enfermera o enfermero para atender a tres pacientes, debe haber al menos dos por cada paciente”, detalló el médico.
Con cada paciente hay una persona en una área aislada que se comunica con su auxiliar en la parte externa mediante el uso de radios.
Adicionalmente, “hay una ambulancia destinada única y exclusivamente para el movimiento y manejo de pacientes que son positivos de Covid-19 sospechosos”.
“En el cambio de turno que se da cada ocho horas, primero se retiran quienes están en pasillos y luego los que están al interior.
Cuando el personal sale de la unidad de cuidados intensivos se bañan en las regaderas que hay aquí mismo, se ponen ropa limpia, sólo el personal operativo tiene permitido usar ropa ordinaria dentro del hospital”, detalló el director.
Tratamiento
Sobre el tratamiento, el director recalcó que éste depende de cada paciente, “pero el manejo estandarizado tiene tres aspectos”.
El primero de ellos es la inhibición de la replicación del virus, también hay que cuidar la coagulación de la sangre porque el virus “per se” desencadena alteraciones en la coagulación de la sangre.
Además, “hay que proteger al paciente de que no se sobreinfecte por una bacteria”.
Otro aspecto adicional que no es requerido por todos los pacientes es “garantizar la difusión de gases, es decir, que el oxígeno y el dióxido de carbono en las membranas alveolares sean las adecuadas mediante la ventilación mecánica”.
“No nada más es poner un aparato y que le ayude a ventilarse al paciente, hay que aplicar ciertos ajustes para cada paciente”, anotó el médico.
Medicamento
García Dobarganes recalcó que los tratamientos médicos están basados en garantizar la difusión de gases, inhibir la replicación viral y evitar eventos trombóticos.
Para inhibir la replicación del virus, el medicamento aplicado es cloroquina porque altera el PH del virus.
Para disminuir la posibilidad de desarrollo de eventos trombóticos por problemas de coagulación de la sangre, se usa enoxaparina.
Finalmente, para el control de fiebre y sus efectos, se usa paracetamol.
El director del centro de cuidados recordó que el uso de estos activos “varía de acuerdo a los estadios de cada paciente”, y en el caso de pacientes que tienen que usar ventilación asistida, se añaden otros medicamentos.
AM