León, Guanajuato.- A puerta cerrada en la Catedral Metropolitana de León, el arzobispo Alfonso Cortés Contreras presidió la Misa Crismal donde se llevó a cabo el rito de la consagración de los Santos óleos y donde los presbíteros renovaron sus promesas sacerdotales.

Durante el sermón hizo un llamado a los fieles a orar para que finalice la pandemia.

Hoy estamos pasando por esa cierta oscuridad, ese miedo a esta pandemia que nos amenaza. Nosotros debemos tener ese bastón y hacerlo sonar en el suelo y que el pueblo de Dios, en medio de la tristeza, del miedo, de la dificultad en todo sentido, dónde está amenazada nuestra estabilidad que el Señor nos proteja”.

Con la Misa Crismal se inicia el triduo Pascual de la resurrección del Señor y culmina el año Litúrgico.

En ella se consagran los óleos para los signos sacramentales de la salvación y donde los sacerdotes renuevan todas las promesas que hicieron el día de sus ordenación.

Junto al Crisma se bendice el óleo de los catecúmenos para quienes luchan por vencer el espíritu del mal con vistas al compromiso del bautismo, fortaleciéndose con sabiduría de Dios.

También se consagra el óleo de los enfermos para la unción sacramental de los enfermos.

En su mensaje, el Arzobispo hizo un llamado a los fieles católicos a pedir por todos los sacerdotes y todas aquellas personas que están sufriendo o han sido víctimas del Covid-19.

En este Jueves Santo vamos a celebrar los Misterios de Cristo el Señor. El misterio de Consagración de los Santos óleos y del Crisma, donde Cristo Nuestro Señor expresa toda la fuerza del Espíritu Santo y el amor del padre. Son los signos eficaces para transmitir toda la vida divina a todos los fieles”.

Durante la Misa Crismal se consagra el óleo de los enfermos para la unción sacramental de los enfermos. Foto: José Trinidad Méndez Valadez.

El Arzobispo señaló que en este jueves Santo también se celebra la renovación de las promesas sacerdotales. “el día en que hemos nacido al sacerdocio ministerial”.

Pidió a los fieles católicos orar para que los sacerdotes “sean dignos ministros para el bien del pueblo de Dios”.

Ser consagrado un signo de elección. No por voluntad propia, sino por voluntad de Dios”, añadió en su mensaje el Arzobispo.

Y explicó para qué son los Santos Óleos.

El óleo y Crisma servirá para todo los hijos de Dios, unción de enfermos, consagración de sacerdotes. en el bautismo, en el sacramento de la confirmación, donde nos hace más fuerte en la fe y caridad”.

Este día celebramos con gran gozo, el día en que Dios nos ungió el corazón y nos envió a la misión. El sacerdocio es un tesoro para la misión, agregó Monseñor.

Oren por nosotros para recomenzar. Que este sea el primer día nuevo de nuestro sacerdocio, que seamos fieles, dignos, que queramos ser santos, para tener una vida digna y profunda. Que el pueblo sienta que son sus Pastores nada les falta”.

 

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