Estados Unidos.- Leticia Lizeth González platicó que junto con su familia vivieron el inicio de la contingencia por el coronavirus con miedo en El Paso, Texas, donde radican desde hace 5 años, pues su primer temor fue que los supermercados estaban vacíos de mercancía y el cierre de la frontera.
Las primeras tres semanas fueron muy extrañas yo estaba en Juárez de visita cuando supe que iban a cerrar las fronteras, me regresé con mis hijas porque me daba miedo no pasar de regreso a mis casa”, contó.
Comentó que el cruce entre México y Estados Unidos está controlado, pues sólo están dejando pasar a la gente que va a trabajar, pero tienen que presentar su Visa, así como personas residentes o ciudadanos que tengan algún tipo de emergencia médica o extraordinaria pueden cruzar de un país a otro.
A mitad de puente te preguntan que haces y adónde vas. A una vecina le dijeron que no tenía nada que hacer en Juárez sino la iban multar”, agregó.
El temor por el desabasto
La angustia para Leticia comenzó cuando su marido fue al supermercado Walmart y no encontró nada de abarrotes, verduras, carne y productos de limpieza en los anaqueles.
Mi marido me marcó del supermercado para decirme que no había nada de lo que le encargué y fue ahí cuando me asusté y dije qué está pasando que estamos viviendo”, contó.
¿Cómo enfrenta la cuarentena su familia?
Con el pasar de las semanas Leticia y su familia comenzó a relajarse; sin embargo dijo que siguen extrañando a su familia en Ciudad Juárez, Chihuahua, así como la convivencia con sus amigos en El Paso, Texas y salir de casa a tomar aire fresco.
Además, comentó que sus hijas Eleanore de 4 años, Eunice de 3 y Emma de un año extrañan mucho salir al parque, a la montaña y jugar, pues le cuestionan porque no pueden salir de casa.
Yo les digo que no podemos salir porque hay un virus y nos podemos enfermar de gripe que pronto ya se va a terminar”, agregó.
Comentó que el apoyo económico del gobierno está presente en familias de El Paso al recibir un cheque cómo ayuda ante la contingencia.
Comentó que su marido se dedica a la venta e instalación de purificadores y filtros de agua potable, y aunque ha disminuido las compras y contrataciones han percibido los ingresos suficientes para el sustento de la casa.
MCMH